El alpinista vasco Andu Martinez nos relata lo sucedido durante su expedición al Nanga Parbat, en la que se vieron obligados a retroceder a escasos metros de la cima.
Salimos de Bilbao el 30 de junio y llegamos a Rawalpindi al día siguiente. Después de realizar los trámites pertinentes lo más rápidamente posible, el día 4 salimos para Chilass llegando esa misma noche. Tres relajados días son suficientes para llegar al maravilloso campo base (CB) (4.100 mts) del Nanga Parbat, una hermosa pradera tapizada de Edelweis, un auténtico lujo.
El día 8 llegamos al CB acompañados por una fina lluvia, anticipo de lo que nos espera para más adelante. Por lo que nos cuentan al llegar podemos saber que durante el mes de junio y en lo que llevamos de julio el tiempo ha sido muy bueno, aunque durante la última semana la montaña ha comenzado a vestirse de nubes a partir del mediodía.Hay tres expediciones más, una que viene de Corea, cinco de sus nueve componentes han llegado hoy día 8 al campo 4 y atacarán la cumbre de madrugada; Otra compuesta por dos hermanos belgas que están descansando para hacer el ataque definitivo a la cumbre aunque van muy cortos de aclimatación (no han pasado de campo 2), pero el corredor y el muro Kinshofer les han parecido demasiado peligrosos como para subir más veces de las necesarias; Y por último está la expedición liderada por Reinhold Messner, compuesta por él, un hermano suyo médico, otro alpinista, que por lo que parece debe ser de los fuertes de Surtirol y un cámara-alpinista, han llegado hace dos días y su intención es abrir una nueva vía que iría desde el collado entre el Ganalo y la cumbre norte del Nanga, pasando por esta misma cumbre y subiendo después por el mismo itinerario que efectuó Bull cuando coronó esta montaña por primera vez. Messner sigue siendo valiente e innovador a pesar del correr de los años.Nuestra expedidición ha sufrido varios cambios en las últimas semanas en cuanto a los miembros que la componemos. Pepe Garcés venía compartiendo permiso, pero el frío del Manaslu ha hecho que tenga que quedarse en Candanchú. David en cambio se ha quedado para siempre, un maldito desprendimiento de rocas se lo llevó; su sueño de escalar el espolón Mummeri junto a Alberto y abrir de esta forma un itinerario elegante, lógico y sobre todo valiente a una cumbre de 8.000 metros seguirá esperando a algún otro escalador fuerte, equilibrado y atrevido, como era él.La expedición la hemos compuesto:El día 9 subimos ya hacia el campo 1 (4.900 mts), lo montamos y estuvimos unas horas para facilitar el proceso de aclimatación a la altura. Al bajar había revuelo en el CB, los Coreanos estaban a punto de llegar a la cumbre. A las 13.30 llegan los dos primeros alpinistas y una hora más tarde hace lo propio un tercero, los otros dos se han dado la vuelta. Abrazos, alegría y emoción. El líder del equipo (era un auténtico equipo donde cada componente asumía sumisamente las misiones que encomendase el líder) coreano nos abraza a todos los que nos encontramos allí con lágrimas en los ojos. Viendo la escena el resto también llegamos a emocionarnos y alguna que otra lagrimilla corrió por mejillas no afectadas directamente. La subida de este grupo ha sido auténticamente agónica, salieron a las diez de la noche y volvieron al campo cuatro cerca de las siete de la tarde. ¡Más de 20 horas!
Los coreanos han equipado prácticamente todo el monte:Desde el campo 1 hasta el 2 hay un corredor de 60º de pendiente media y 1.100 mts de desnivel que está equipado excepto los primeros 400 metros. Al final de este corredor se encuentra el muro Kinshofer, muro muy vertical de unos 80 mts de desnivel completamente saturado de estribos y cuerdas viejas (esta temporada no se ha reequipadado) que te conduce a una pequeña plataforma donde se coloca el campo 2 (6.200 mts).
Desde el campo 2 al 3 (6.800 mts) los primeros 250 metros son una fuerte pendiente de roca y nieve equipada también con infinidad de cuerdas viejas. Después sigue una pequeña arista de nieve y los últimos 350 mts discurren por fuertes pendientes también de nieve (50º).Desde el campo 3 al 4 (7.400 mts) la pendiente sigue siendo similar y sigue habiendo cuerda fija, que en este caso los Coreanos sí renovaron.
Además de este trabajo este mismo grupo dejó una tienda en el campo 3 y otra en el 4, por lo que nos dejó el monte en óptimas condiciones para poder subir.