A menos de un mes del fin de temporada de ascensiones en los Andes, Fernando Caballero, colaborador de barrabes.com, nos relata su última ascensión al Alpamayo, considerada como una de las montañas más bellas del mundo.
Fernando Caballero rapelando en el Alpamayo. |
De las entrañas del Macizo del Santa Cruz emerge como un sueno perfecto la pirámide del Alpamayo, seguramente una de las montañas más hermosas del mundo y sólo una muestra de la magia que envuelve a los andes peruanos.
Generaciones de escaladores han considerado al Alpamayo como "La montaña más bella del mundo" a raíz de los resultados de la encuesta que realizó en el ano 1966 la revista alemana "Alpinismus" a los más destacados montañistas de la época.No hubo un consenso definitivo sobre la montaña más bella de todas pero la igualdad de votos que alcanzaron en el primer lugar el K2 y el Alpamayo por encima de montañas igualmente célebres como el Ama Dablam (Himalaya), el Cervino (Alpes) y el Fitz Roy (Patagonia) bastó para que la reputación del Alpamayo como la montaña más bella persista hasta nuestros días.El real encanto del Alpamayo trasciende la anécdota del 66 y provoca en todo escalador que visite por primera vez la Cordillera Blanca el sueño de escalar una de las joyas mas preciadas de nuestro mundo vertical.Glaciar del Alpamayo |
El acercamiento a la montaña es de los más impresionantes y variados de todos los Andes, transcurre durante dos días por el itinerario del muy concurrido treck de Llanganuco - Santa Cruz brindándote espectaculares vistas panorámicas de importantes desafíos como el complicado y vertiginoso Taulliraju (5840m), el erguido Artesonraju (6025m) y la pocas veces escalada pero enorme pared Sur del Quitaraju (6040m). Conforme pasan los días, a estas montañas se van sumando de campo en campo, entre otras, los puntiagudos Pucajircas y el monumental Santa Cruz (6259m) uno de los grandes retos de la Cordillera Blanca.
Arribar al campo 1 (5300m) del Alpamayo es encontrarse envuelto en el cuadro perfecto, simplemente maravilloso y suficiente. Sin embargo, las perfectas canaletas de la pared sudoeste te invitan y arrastran irremediablemente a cumplir con tu propósito, no basta con sólo admirarlo estupefacto sino que hay que subirlo, disfrutarlo en toda su esencia y contemplar el mundo a tus pies desde el balcón más bello de todos.Fernando en la rimaya inicial de la montaña |
Partimos al amanecer con mi amigo de Orenze, Ruben Estévez, con el entusiasmo de siempre y convencidos de que el mal tiempo que nos tuvo en espera toda la noche sólo haría más exigente la jornada, así que habiendo descartado la "Directa Francesa" por la gran acumulación de nieve enrumbamos, abriendo huella, a una vieja conocida, la ruta Ferrari, la ruta más clásica de toda la Cordillera que en más de una oportunidad ya me había brindado satisfacciones y buenos recuerdos.
Fuimos de primeros sin sufrir el bombardeo de hielo, común en esta codiciada y muy concurrida ruta, y disfrutamos de la vía como si nos perteneciera y pudiéramos llevárnosla a casa sin que nadie se percatara. Una jornada excitante en una ruta segura (si no tienes a nadie encima) que te emociona sin importar las veces que puedas encontrarte en ella.Compartimos la cumbre con amigos de la Expedición de Albacete "Huascaran 2000", reunidos en un paraje mágico por el destino que persiguen nuestros sueños. Un día especial para todos en donde coincidimos que volveríamos.Fernando Caballero
Ex-Presidente de la Federación Peruana de Andinismo y Deportes de Invierno
Colaborador especial barrabes.com