Josune Bereziartu y Rikar Otegi se apuntaron la primera escalada mundial a la vía “Yeahman”, una ruta que discurre por los 300 metros de pared del monte Gastlosen, en los Alpes Suizos.
Bereziartu es la única mujer con un 9a |
La ruta había permanecido virgen desde que fue equipada en 1999 por los guías F. Studman y G. Scherrer. Aunque las tentativas han sido numerosas, nadie había conseguido completar los nueve largos. Lo máximo alcanzado hasta ahora habían sido los cuatro primeros.
La vía, que cuenta con un último largo clave de 50 metros de dificultad 8b+, puede ser una de las propuestas en grandes paredes más comprometidas en el mundo. De momento, Bereziartu ya ha cumplido con uno de sus principales objetivos esta temporada.
“Tengo dos proyectos grandes definidos este año”, aseguró a barrabes.com hace dos meses. “Primero probar una vía de unos diez largos en los Alpes que está aún sin hacer. Luego nos vamos en otoño a Japón, a escalar y a probar allí algún 9a. Me gustaría hacer otro 9a, si puedo”.
La escaladora vasca hace pocas incursiones en grandes paredes |
Bereziartu, única mujer que tiene apuntado en su libreta un 9a, escaló su primera gran tapia hace tan sólo dos años. Especialista en dificultad, la vasca se embarcó en julio de 2002 en un proyecto de “Al Filo de lo Imposible” para grabar la ascensión en libre del Pilar del Cantábrico del Naranjo de Bulnes.
Junto a Iker Pou, Bereziartu vivió una de sus experiencias más intensas y se prometió continuar con las vías largas de compromiso. “Con ello no quiero decir que vaya a dejar de hacer dificultad”, advirtió entonces. “Sigue siendo lo mío, y por supuesto voy a intentar el 9a. Pero lo que me gusta es el monte, y, siendo monte, estoy dispuesta a escalar en cualquier modalidad”.
El 9a caería tres meses después. “Bain de Sang”, en Suiza, fue la vía que la llevó a los grandes titulares.
Dos años después, la secuencia parece la misma. Después de un comienzo de temporada en el que encadenó vías de 8c como “Pata Negra”, “Nowa” o “Psicosis”, Bereziartu se enfrenta en verano a una gran pared y deja para el otoño el asalto a la máxima dificultad deportiva. Quizá sea 2004 el año de un nuevo noveno.