Iker abrió el pasado jueves una nueva vía que propone como el primer 9 a de Álava; la explosiva línea se llama ‘Mendeku’, es totalmente natural y se encuentra en una escuela tan sorprendente –para esa dificultad- como clásica: Eguino
Iker Pou en Baing de Sang, su último 9 a |
Iker Pou se muestra francamente contento: no esperaba poder culminar su último proyecto antes de que el frío fuese excesivo. Pero lo hizo: el pasado jueves encadenaba ‘Mendeku’, una vía corta, de fuerza-resistencia, para la que propone 9 a, e invita a todo aquel que quiera probarla para confirmar el grado. Es una línea con pasos de boulder muy explosivos, sobre todo en la primera parte, donde Iker calcula un grado de 8b de boulder. Por encima de este tramo hay un pequeño reposo donde descansar (aunque no demasiado tiempo), y luego sigue la segunda parte, que clasifica como de 8 b de vía, aunque advierte que al final espera otro paso de bloque.
Iker comentaba a la redacción de Barrabes.com que, de los 17 metros que mide la línea en total, los más duros son sin duda los diez primeros. En cuanto al tipo de escalada, destacó que la progresión transcurre casi totalmente sobre regletas, con la excepción de un único agujero. Es una vía totalmente natural, en la que no se ha tocado nada.
Tras el Naranjo, Iker espera pasar unos meses escalando vías de deportiva |
Otro dato sorprendente es su ubicación: Mendeku se encuentra en la clásica escuela de Eguino, muy cerca de Vitoria. Se trata de una de las zonas de escalada más antiguas del País Vasco, y se caracteríza, además de por el magnifico entorno en que se encuentra, por la abundancia de vías relativamente sencillas; las líneas muy duras escasean, así como los lugares donde crear nuevos itinerarios, por lo que es paradójico que sea precisamente aquí donde , de confirmarse, se encontrase este primer 9 a alavés.
Iker Pou retomó este proyecto ‘casero’ después de forzar en libre la Zumbelzt al naranjo de Bulnes, pasando del Big Wal a la deportiva. Se trata de un proyecto que lleva ilusionándole mucho tiempo, y que según el dijo no esperaba resolver antes de fin de año. Además, tuvo la suerte de encadenar el último día de buen tiempo, antes de que empezase a llover. No obstante, el nombre de la vía (venganza’ en castellano) no tiene nada que ver con una posible revancha meteorológica. Iker asegura que no tiene ningún significado especial, y que eligió el nombre, sencillamente, porque le sonaba bien. También comentó que, de pronto, se ha quedado sin un objetivo a corto plazo. Hasta el año que viene, espera permanecer en el país vasco y trabajar en vías de deportiva, aunque en vista de que su último proyecto ha terminado (con éxito) ahora deberá buscar nuevas líneas.
El Capitán en Yosemite fue la primera de sus siete cumbres |
También aprovechará, junto a su hermano Eneko, para perfilar sus próximos retos en el proyecto ‘Siete paredes, siete continentes’. Los Pou han completado con éxito y en libre dos de los siete big walls que esperan escalar, escogiendo uno de los más representativos y difíciles de cada continente (incluyendo la Antártida y separando América del norte y del sur). Sus anteriores elecciones fueron ‘El Niño’, en el Capitán de Yosemite, como pared emblemática de América del Norte y, para representar a Europa, no miraron hacia los Alpes si no hacia el naranjo de Bulnes, en Asturias, donde liberaron ‘Zumbelzt’, durísima (y expuesta) vía de su mítica cara Oeste. Ambas escaladas suponen poner muy alto el listón de la dificultad y el compromiso, por lo que tendrán que poner especial cuidado en su elección de las grandes paredes de América del Sur (que incluye Andes y Patagonia), África (con grandes paredes de roca aún sin explotar en diversas zonas) Asia (que engloba al Himalaya) Oceanía (desde los Alpes del Hemisferio Sur en Nueva Zelanda a roca excepcional en Australia, o macizos poco conocidos en otros archipiélagos) y la Antártica (con sus enormes paredones de granito que brotan del hielo).