Se habla y escribe mucho sobre el esquí de montaña y las sensaciones que produce. Sin embargo, una vez con los esquís puestos y la teoría bien leída, llegan los imprevistos y vemos que no sabíamos tanto como creíamos. Este artículo reune una serie de trucos salidos de la experiencia y aplicados en la práctica
Comienza el cambio de dirección por vuelta María |
En estos últimos años son cada vez más las personas que se ven por la montaña practicando el esquí de travesía. Algunos de ellos son montañeros que han aprendido a esquiar por sí solos y, lógicamente, en las bajadas, si la cosa se complica, lo pasan regular. Otros, por el contrario, son gente venida del esquí de pista, que en bajadas se defienden bien, pero en la subida tienen sus lagunas técnicas. No es esto una afirmación válida para todos los casos, pero sí es verdad que un poco van por ahí las cosas. Con este artículo queremos daros algunos consejos que esperemos sirvan a unos y a otros, consejos en muchos casos ya conoceréis, pero realmente nos atenemos a lo visto en el terreno para pensar que a muchos otros os irán muy bien.
1. Durante la ascensión.Segunda fase de la vuelta María |
Sobre las cuchillas: Hemos de anticiparnos a la puesta de cuchillas y hacerlo antes de que estemos en plena pendiente con la nieve dura o helada. Si la pendiente es muy acentuada y está muy dura la nieve, y si no estamos muy seguros de nuestra técnica en las vueltas maría, no hay que dudar: la mejor opción son los crampones.Pero, volviendo a las cuchillas, antes de usarlas por primera vez, hay que ensayar la progresión con ellas en terrenos fáciles para paulatinamente ir progresando en laderas más empinadas. No hay que olvidar que esta es una de las maniobras más complejas de la ascensión con esquís. Requiere plantar bien las tablas, colocar los bastones de apoyo correctamente y mantener las rodillas bien flexionadas en las vueltas.
Flanqueos y vueltas maría: Al atravesar las medias laderas iremos más confortablemente si el bastón lo cogemos a la altura que nos de la pendiente. Cuando la pendiente sea más suave, podemos evitar las vueltas maría (es más cansado) y cambiar de dirección simplemente abriendo los esquíes como las agujas de un reloj. Para dar las vueltas, tenemos que leer el terreno y observar si exite alguna roca o prominencia; si llanea un poco siempre es más fácil.