Una huelga general retrasó su salida; encontrar los transportes fue complicado pero, al fin, el 6 de noviembre montaron el Campo Base sobre el Glaciar Yamatari (4.400 m.) y a mediados de la semana comenzaron los trabajos en la montaña.
Los andaluces ya están equipando los campos de Altura en el jannu |
El equipo andaluz inicia los trabajos de exploración en la montaña, con la presión de llegar al campamento base (CB) con una semana de retraso. Hace años que no se intenta la ruta de la vertiente Sur, y los montañeros actúan como si de la apertura de un nuevo itinerario se tratara, aunque con la ventaja de algunas descripciones del itinerario.
La primera exploración del glaciar Yamatari y primeros metros del glaciar Providence, la han realizado Jorge Vázquez y Manuel González junto al Sherpa Lakpa, ubicando un emplazamiento para tiendas a 5.000 metros de altitud; este lugar será utilizado por los escaladores como deposito de material y punto de partida de exploración hasta el campamento 1 (CI).
Las huelgas en kathmandú y las dificultades apra enlazar transportes han dificultado la puesta en marcha de la expedición |
En el día de hoy se ha celebrado en el CB la ceremonia de bendición budista de la expedición, este acto solemne ha sido seguido por todos los expedicionarios que han sido obsequiados por los sherpas con arroz y colgante bendecidos por el Dalai Lama. La ceremonia ha sido oficiada por un lama de Ghunsa, el mismo que hace 20 años la realizara a la primera expedición del estado español, que consiguiera la cima. Compuesta por 6 navarros y dirigida por Mari Abrego.
Escaladores y sherpas lo han dispuesto todo para mañana iniciar el asedio definitivo a la primera parte de la montaña; se han marcado como objetivo, superar las dificultades que presenta la montaña hasta 6.400 metros de altitud antes del 21 de noviembre. El sistema que utilizará la expedición será de rotación, en principio han organizado dos cordadas, que se darán relevos para conseguir el primer objetivo: la punta de Butoir.
El largo viaje (crónica de la aproximación): El Jannu no solo es una de las montañas más difíciles del Himalaya, sino que se encuentra en un área recóndita y aislada. Se ubica, junto al Kangchenjunga, en uno de los macizos más imponentes y salvajes de la cordillera, al este de Nepal y junto al remoto estado Indio de Sikkim. Exclusivamente la aproximación a este macizo, requiere de un gran empeño y dedicación. Nepal es un país singular. El Valle de Katmandú solo tiene una salida por carretera, así que para ir hacia el este, es necesario recorrer durante varias horas una sinuosa vía en dirección oeste. Mas tarde se enfila hacia el sur a través del desfiladero del río Kali Gandaki y poco a poco nos adentramos en el frente meridional del país, limítrofe con la India. En esta zona, ya orientado el este, el recorrido por carretera no plantea demasiados obstáculos, estando rodeado por planicies y colinas, arrozales y selva. Se llega de esta forma al extremo Suroriental del País, punto en el que, definitivamente tomamos dirección norte para cruzarlo a lo ancho. La carretera termina en la población de Ilam, a dos días de Katmandú. Hasta aquí el viaje fue ciertamente lento y penoso, pero no imaginábamos lo que se nos venia encima. Fue preciso cambiar de vehículo, depositando los 3.000 Kg de carga en un autobús todo terreno austero y duro como el hierro de sus enormes ballestas. Desde Ilam hasta Taplejung la pista de tierra es infernal. Subidas y Bajadas de 2.000 m. de desnivel, barro, polvo, baches, puentes colgantes y sobre todo, encontronazos para los viajeros. El recorrido tiene alrededor de 150 Km, pero difícilmente puede realizarse en el día. A nuestra aventura particular hubo que añadir la avería de las luces del “Tata”, que no solo nos impidió llegar a Taplejung esa noche, sino que nos obligó a alumbrar con linternas frontales para poder alcanzar, en el trayecto del miedo, una humildísima aldea en la que pasar la noche. Llegamos a Taplejung el día 1 de noviembre, iniciando sobre la marcha la aproximación a pie por el valle del río Tamur y sus afluentes Ghunsa y Yamatari. Al principio reinó la preocupación por la presencia en la zona de grupos maoístas contrarios al régimen monárquico Nepalí. Afortunadamente la larga comitiva de más de 100 porteadores no sufrió percance alguno en los días de travesía. Sin embargo, la visualización de banderas “rojas” en determinados puntos y los comentarios de los aldeanos, obligó al grupo a tomar precauciones, especialmente con cámaras, relojes y dinero. El macizo del Kangchenjunga-Jannu es un área natural protegida que atesora un patrimonio ecológico, paisajístico y cultural valiosísimo. Recorrer sus valles resulta un tanto agotador por los continuos ascensos y descensos y por lo escarpado del terreno, pero la recompensa es evidente. Pasar de la selva tropical cerrada a los bosques de bambú y a las masas altas de alerces, abetos y sabinas; admirar las cascadas y saltos portentosos de agua de los ríos y barrancos laterales; vislumbrar el vuelo majestuoso de gran cantidad de rapaces; tratar con naturalidad a limbures, sherpas y tibetanos y aprender de sus costumbres y de su fortaleza, constituye, hoy por hoy un privilegio único. Después de tantas vicisitudes, llegamos al mediodia del 6 de noviembre a una pequeña pradera a 4.400 m. de altura en la morrena derecha del glaciar Yamatari, nuestro Campo Base. Esto ha supuesto una especial satisfacción para todo el grupo. |