Hay pocos esquiadores que conocen las posibilidades que la sierra del Guadarrama ofrece para practicar el esquí de montaña. Excepto para segovianos y madrileños, la castiza Sierra es desconocida en su faceta invernal para la mayoría de los montañeros españoles.
El Guadarrama es la frontera natural de las dos Castillas, además de formar parte del Sistema Central. |
A poco mas de 40 kilómetros de la madrileña Puerta del Sol existen unas montañas modestas en su altitud pero generosas en sus posibilidades alpinas que seguro encantarán a cualquier esquiador-montañero.
El Guadarrama ocupa toda la franja norte de la comunidad madrileña y el sur de la provincia de Segovia en la comunidad de Castilla-Leon. Es la frontera natural de las dos Castillas y forma parte del Sistema Central. Después de la zona central de Gredos, donde se encuentran las mayores altitudes, el Guadarrama es, junto a la salmantina sierra de Bejar, la segunda en altitud llegando a los 2,428 metros en el pico de Peñalara, además de muchas otras cimas y cordeles que superan los 2.000 metros.El relieve guarrameño es, por lo general, suave, los montes se elevan unos 1.000 metros por encima de los valles y las mesetas, las laderas son moderadamente inclinadas y cubiertas de robledal y pinar hasta los 1.900 metros en las laderas Sur y algo más abajo en las septentrionales. Todas las cimas esquiables tienen ascensiones relativamente cómodas en la mayoría de sus laderas, aunque los más marchosos siempre encontrarán magníficos corredores que, aunque no muy largos, pueden ser considerados como extremos.
El clima El clima extremo y predominantemente seco que domina en las mesetas ibéricas condiciona las condiciones de esta sierra y de su nieve. Los secos y calurosos veranos guarrameños no tienen nada que ver con los fríos inviernos ni, tampoco, con los cambiantes y sorpresivos entretiempos. En un año normal de precipitaciones y temperaturas se puede decir que en Guadarrama existe un manto de nieve estable desde mediados de diciembre hasta finales de abril. A diferencia de los Pirineos y la Ibérica, los frentes del Norte no llegan a afectar demasiado, los de componente Este tampoco. Son los húmedos frentes atlánticos los que proporcionan las mayores precipitaciones que en ocasiones pueden llegar a ser muy copiosas y acompañadas de violentos temporales. Normalmente las precipitaciones más abundantes se producen en Diciembre, Febrero y Abril que se unen a las lluvias primaverales. Las nevadas no suelen durar más de dos o tres días. A pesar de que el clima no propicia una nieve excesivamente buena, las duras nieves del principio de la mañana pueden convertirse, cuando la temperatura sube al mediodía, en unas superficies magníficas, con una fina capa blanda derretida sobre una base dura que facilita el giro y resulta bastante segura. Esto, sobre todo ocurre a partir de Febrero cuando los días comienzan a ser más tibios. |
"Para aquellos que conocen Sierra Nevada, se puede decir que la nieve guarrameña es "prima-hermana" de la nieve nevadense". |
La nieve en Guadarrama
Aunque algún año extremadamente seco puede hacer que el uso de las tablas sea imposible, por regla general, se puede decir que la capa de nieve suficiente para esquiar se mantiene durante los meses ya citados y en una altitud superior a los 1.800 metros en la cara sur y 1.600 en la norte. La cantidad de nieve puede variar mucho, normalmente la capa nevada no supera el metro y medio o los dos metros, aunque excepcionalmente se superan, como durante el invierno de 1999 cuando se llegó a medir entre cuatro y cinco metros de espesor.
Las condiciones de la nieve, teniendo en cuenta las características climatológicas, suelen ser de nieves húmedas y costradas, sobre todo al comienzo de la temporada. La nieve polvo se mantiene después de las nevadas pocos días, y dada la gran diferencia de temperaturas entre el día y la noche, la "costra" y, sobre todo, el hielo, son las nieves frecuentes en Guadarrama.
Esquí con historia A pesar de lo poco conocida que es esta sierra, la historia del esquí en Guadarrama cuenta ya con casi un siglo de existencia. A imitación de deportistas suizos y franceses, los pioneros del esquí peninsular lo son también del Guadarrama. En 1905 don Manuel González de Amézua, que fue el primer esquiador de quien se tienen noticias, mandó construir los primeros esquís a imitación de unos Noruegos. Poco más tarde, el deporte del esquí se dinamiza en la Sierra. En 1907 comienza el primer club de esquí que más tarde dio lugar al Club Alpino Español. Posteriormente el Club Peñalara y la desaparecida Sociedad Deportiva Excursionista darían el impulso al deporte del esquí en Guadarrama. En estos primeros tiempos, el esquí que se practicaba estaba exento de las comodidades que proporcionan las actuales estaciones, por ello, se puede decir que el esquí de principios del siglo XX era de montaña y los primeros esquiadores, entonces llamados patinadores, dejaron sus trazas a lo largo del Guadarrama dando comienzo a un bello y duro deporte que hoy se sigue practicando con unos materiales cuya sofisticación dista mucho del que usaron los pioneros. Las tradicionales excursiones de esquí que organizaban los primeros clubes han casi desaparecido, pero desde hace pocos años van cogiendo fuerza las competiciones de esquí-alpinismo, una buena muestra de ello son las competiciones como el Rallye Madrileño y la carrera que organiza el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid que se disputan anualmente, siempre que la nieve lo permite. |
Una de las travesías más populares de Guadarrama es la ascensión a la cima de Peñalara (2.428 metros). |
Una de las varias travesías posibles:
Proponemos una de las travesías clásicas del Guadarrama que además nos permitirá la posibilidad de ascender a la cima de Peñalara (2.428 metros) la más alta de Guadarrama.
NIVEL: Para esquiadores buenos o muy buenos según por donde enfrentemos el descenso. Imprescindibles el piolet y los crampones ya que posiblemente habrá que descalzarse las tablas en la zona del Risco de los Claveles, dependiendo del estado de la nieve y la maña del esquiador.
"A lo largo del recorrido habremos disfrutado con los magníficos paisajes de carácter alpino y con el hecho de haber esquiado en una montaña que muestra los efectos de la extinta acción glaciar de otras épocas..." |
Aquí cambiamos de rumbo, primero una fuerte pendiente hacia el Norte. Luego, ya en lo alto a unos 2.100 metros, tomaremos rumbo Oeste, ascendiendo a lo largo de la cuerda que nos lleva directo al primer resalte rocoso donde posiblemente haya que quitarse los esquís.
Después, la pendiente se suaviza y nos sitúa debajo de las rocas de la cima del Risco de Los Claveles, merece la pena subir hasta su cima, sino, se puede continuar un poco más abajo, por la ladera norte, hasta un gran collado y la última cuesta hasta la cima de Peñalara. Unas tres horas hasta aquí.
Desde la cima de Peñalara, en un día claro, disfrutaremos de unas magníficas vistas sobre Segovia, la meseta y, con suerte, podremos alcanzar a ver Gredos hacia el Oeste, las Sierras de Urbión y la Demanda al Nordeste y, excepcionalmente, al Norte, el reflejo de la nieve de las montañas Palentinas.
Croquis de la zona |
Mapas:
Sierra del Guadarrama. Editado por La Tienda Verde.
Mapas del Instituto Geográfico nacional, hojas 483 y 484
Mapa de Guadarrama del Servicio Geográfico del Ejército.