Mientras Juanito Oiarzábal alcanzaba hace dos días los 7.600 metros de altura en la vertiente norte del Everest los expedicionarios de la "Samuel Rubio" pisaban la cota 8.000 un día después del fatal accidente que le costaría la vida al sherpa Babu Cchiri.
Cuatro de los integrantes de la expedición castellano-leonesa al Everest han alcanzado ya la cota 8.000 |
Tras un breve periodo de descanso los alpinistas de la expedición de "Al Filo de lo Imposible" llegaron de nuevo el Campo Base Avanzado, varios días después de su descenso al Base para recuperar fuerzas. Juanito, por su parte, alcanzaba durante el día de ayer los 7.600 metros en su camino hacia el Campo II (7.800 m), altura máxima a la que la fuerte y repentina tormenta que se producía en las más altas cotas del Everest le sorprendía.
La estrategia que tanto Juanito como el resto de compañeros de expedición (Ferrán Latorre, Josu Bereciartua, Juan Vallejo y Juan José Garra) van a seguir les conducirá al Campo II, después de lo cual iniciarán inmediatamente un rápido descenso que les llevará 2.000 metros más abajo, donde esperan recobrarse para su "asalto" definitivo a la cumbre del Everest.
Por su parte la expedición "Samuel Rubio Everest 2001 de Castilla y León" superó ampliamente la cota alcanzada en 1999 llegando a la mítica cota de los 8.000 metros de altitud el pasado 30 de abril. Dos días antes Martín Ramos, Pedro Rodríguez y Miguel Ángel Pérez, salieron con las primeras luces del alba del Campo Base (5.300 m) rumbo al Campo II (6.350 m), donde finalmente pasarían la noche. Los tres expedicionarios alcanzaron el Campo III al día siguiente. Este campo, ubicado en la pendiente de la pared del Lhotse, se instala a 7.250 metros de altura. Por su parte, Tente, otro de los integrantes de la expedición castellano leonesa, sale ese mismo día del Campo Base llegando al Campo II, donde pasa la noche.El 30 de abril, día en el que alcanzarían la cota 8.000, amaneció claro y despejado, tal y como contaba Isidoro en su última crónica enviada vía e-mail: "según transcurría la mañana comenzó a cubrirse el cielo y antes del mediodía se oscurece nuestro horizonte y comienza a nevar.
En estos momentos todos los expedicionarios se encuentran en el Campo Base esperando a que los sherpas terminen de instalar el Campo IV |
En altura el tiempo es mejor y por la radio seguimos los progresos de nuestros compañeros. Martín, Miguel Ángel y Pedro han salido, con los monos de pluma, del Campo III (a 7.250 m) y con paso firme y decidido se dirigen en una audaz travesía por las pendientes de la pared del Lhotse, a las Bandas Amarillas, barrera rocosa con unas franjas de color ocre, que es un paso obligado en la ascensión al Everest.
El duro hielo y la roca son un fuerte inconveniente para ganar metro a metro a esta montaña, pero el tesón y los correspondientes recursos físicos y técnicos de este pequeño grupo, hacen posible que se pueda llegar a los casi 8.000 metros por encima del Espolón de los Ginebrinos, a la altura del Collado Sur (7.986 m), punto este al que Miguel Ángel y Pedro se dirigen en un deseo de no sustraerse a la llegada a este lugar en el que se instala el Campo IV, último punto antes de atacar la cima del Everest, y que es uno de los lugares más desolados e inhóspitos del planeta. Martín, por su parte, comienza a descender pues ha llegado a la misma altura y se reúne con Tente quien, en una meteórica ascensión, ( de 6.350 m a 7.250 metros en tan sólo 3 horas) alcanzaba también las Bandas Amarillas."
El final de la tarde marcó el encuentro de todos ellos en el CII, donde disfrutarían de la cena y posteriormente, "del calor de los sacos, en medio del júbilo de todos los componentes de la expedición".Durante el pasado martes los cuatro expedicionarios descendieron del Campo II al Campo Base atravesando la Cascada de Hielo del Khumbu. En este momento todos los expedicionarios se encuentran en el Campo Base, donde esperarán a que los serpas alcancen el Campo IV y puedan avituallarlo con todo lo necesario para poder hacer un ataque a la cima del Everest.
FALLECE BABU CHIRI SHERPA AL CAER EN UNA GRIETA EN EL CAMPO II (6.350 M)
29 de abril: con las últimas luces de un día que se extingue, mientras Tente se refugia en nuestra tienda del Campo II, a escasos metros se produce la tragedia. El célebre sherpa Babu Chiri, cae en una grieta falleciendo en el acto. Babu Chiri había comenzado con 23 años una rutilante carrera himaláyica en 1989, ascendiendo con una expedición rusa al Kanchenjunga (8.598 m). En la primavera del año siguiente ascenderá al Dhaulagiri (8.167 m) y en el otoño del mismo año se le encontrará en la cima del Everest (8.848 m), montaña ésta a la que volverá de forma insistente en los años siguientes consiguiendo nada menos que diez ascensiones (cuatro de ellas por la vertiente Tibetana). Además tendrá tiempo para ascender a otros ochomiles como el Shisha Pangma (8.013 m) y el Cho Oyu (8.153 m). En la primavera de 1999 pasó en la cima del Everest 21 horas refugiado en una pequeña tienda y en el año 2.000 batió el récord de velocidad ascendiendo al Everest en poco menos de 17 horas. Parece ser que había manifestado que ésta iba a ser su última Expedición al Everest. Indudablemente no era su intención finalizar su carrera himalayística de esta manera.Ya avanzada la noche se notó su ausencia en el Campo II y rápidamente le encontraron en el fondo de una profunda grieta. Viendo que nada ya se podía hacer por él, le ataron a una cuerda y al amanecer del día siguiente consiguieron sacar su cuerpo a la superficie para luego descender con él, primero por el Valle del Silencio y luego por la Ice Fall. Esta mañana el estruendoso ruido de un helicóptero en el Campo Base, contrastaba con el silencio de los que velaban su cadáver adornado con las katas de amistad de los que quisieron despedir sus restos en medio del humo del enebro que ardía en su honor. Unos pocos segundos bastaron para introducir el inanimado cuerpo de Babu Chiri Sherpa en el helicóptero, que rápidamente inició su descenso.La triste moraleja, si es que se debe de sacar alguna, es que hay que estar siempre con todos los sentidos alerta, pues el mínimo descuido no perdona ni a los mejores. Campo Base del Everest, 1 de mayo de 2001 |