El entrenamiento deportivo, bien sea dirigido a personas que buscanmejorar o mantener su salud, o adeportistas de élite, ha de estar basado en ciertos principios delentrenamiento, normas que suponen unas condiciones a partir de lascuales se organiza y se estructura la planificación del mismo. Si además, la montaña es el entorno elegido paraobtener estos beneficios de la actividad física, las posibilidades semultiplican de forma exponencial.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno, ... cero!!. Iniciando despegue. La luz lo inunda todo, acto seguido un nuevo proyecto espacial deja tierra firme para surcar el cielo y dirigirse más allá de la atmósfera terrestre. La investigación espacial es una realidad. En su haber se hallan algunos de los descubrimientos más sorprendentes de la era moderna. Para ello, la infraestructura necesaria ha de ser la más sofisticada de todos los proyectos de investigación que se hacen en nuestro planeta. Pero la utilización de esos avances no queda allí. No sólo fueron aprovechados por Armstong y sus compañeros de viaje para pisar la Luna, sino que han pasado a sectores en los que se pueden aprovechar las grandes ventajas del meticuloso estudio de todas las variables que pueden influir en un viaje hacia las estrellas.
Un ejemplo de la aplicación de la tecnología y la investigación científica, aplicado a otros fines, lo supone la “fórmula-1”. Para que Michael Schumacher pueda pilotar su Ferrari rojo a más de trescientos kilómetros por hora, se han aprovechado aspectos diseñados para las naves espaciales. Es tanta la tecnología necesaria para poner en funcionamiento un bólido en un Mundial de Fórmula-1, que la imaginación puede quedar desbordada por la realidad de los boxes y los monoplazas.Pero al igual que ocurre con la N.A.S.A., los métodos de trabajo y avances logrados a través de montañeros de elite, pueden ser aprovechados en peldaños diferentes del escalafón. Así, jóvenes alpinistas o montañeros cuyo objetivo no llega tan lejos como las cimas del Mundo, pueden sacar partido de todos esos descubrimientos y progresos. Y todavía más. Personas cuyo objetivo es la mejora o el mantenimiento de la salud a través de la actividad física en la montaña, pueden verse beneficiadas por los métodos de trabajo que, convenientemente adaptados, son de gran utilidad para el que busca en la buena salud, su meta.
Y es que, el entrenamiento deportivo, o la práctica deportiva que tiene como finalidad el ocio, la recreación o la salud, han de estar bien estructurados. Se han de cumplir ciertas pautas, ciertas normas que organicen el entrenamiento para conseguir esos objetivos. Esas pautas, esos pasos a cumplir, en el mundo del entrenamiento deportivo, vienen a denominarse “principios del entrenamiento”. En el ámbito de la salud, no han de cambiar ni en su nombre, ni en su forma de llevarlos a cabo.“Una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones”. Al organismo le sucede lo mismo. No se pueden separar y entender de forma aislada los distintos órganos y sistemas que componen una “máquina” tan precisa y preciosa como nuestro cuerpo. Se ha de entender como un “todo” que funciona como una orquesta, sonando acompasadamente en cada instante. Y en esta idea está basado el principio de unidad funcional. Se ha de respetar este principio en todo momento, para que un programa de actividad física destinado a mantener o mejorar la salud, funcione y se trabajen de forma coherente diferentes estructuras corporales, ya que el organismo funciona de manera acompasada. Por ello, la práctica física en el medio natural, es una gran aportación a aquellos que quieren fortalecer su salud, ya que, el movimiento más habitual en este tipo de actividades es el de caminar. Esta acción tan natural, ha demostrado ser fantástica para beneficiar todas las estructuras corporales, ya que supone un esfuerzo global de gran cantidad de articulaciones, ligamentos, tendones, huesos y músculos, al mismo tiempo que el sistema cardiorrespiratorio y metabólico se ven fuertemente beneficiados.