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Alex Txikon: crónica del Everest y entrevista

Han sido 2 semanas de trabajo muy duro. Un equipo pequeño, pero que ha conseguido alcanzar los 7.800m. Ayer regresaron al base, hablamos con Álex, y envía una emocionante crónica.

Álex Txikon
El equipo en el Valle del Silencio, Everest

Alex Txikon, Norbu, Nuri, Chhepal, Furba, Lakpa y Pemba regresaron ayer al campo base tras un durísimo trabajo en la montaña que los ha dejado verdaderamente exhaustos. Además, como podéis leer en la crónica, con serios problemas tanto en la montaña como en el descenso del último día.

Allí les esperaban Aitor Bárez y Pablo Magister, de la productora Avista Multimedia, responsables con Mega y Atresmedia del documental que se está grabando; a ellos pertenecen las espectaculares imágenes de gran éxito que compartimos la pasada semana.

Están solos trabajando en la montaña. Aún así, y a pesar de las temperaturas y vientos imposibles que están sufriendo, en apenas 10 días de trabajo han conseguido abrir la Cascada del Khumbu, llegar al campo 2, 3...y casi equipar hasta el collado Sur a 8000m.

En temporada, sólo para abrir la Cascada del Khumbu se necesitan varias semanas y 20 IceFall Doctors (así se llaman a los sherpas que se encargan de su apertura y mantenimiento. Son especialistas en eso, y repiten año tras año), que además trabajan a diario y constantemente para mantenerla abierta...como veréis al leer la crónica, algo muy necesario...

Debido al cansancio y al intenso dolor de pies y gemelos, Álex no consiguió dormir anoche, tras llegar al campo base. De esa manera, pudimos hablar con él por Whatsapp, y transcribimos parte de lo comentado.

Pero además, después -extenuado, pero con el sueño ausente- escribió en el saco con el móvil una larga crónica de tirón hasta que, literalmente, se quedó vacío. La ha enviado, y la reproducimos.

La crónica es verdaderamente impactante, como veréis. Quizás por lo intenso de la situación, quizás por el estado en el que la escribió, ha conseguido transmitir de una forma impresionante lo vivido. Que, como veréis, no es poco. ¡Qué gran diferencia entre el Everest de temporada, masificado, con cientos de sherpas trabajando, oxígeno a raudales, con esta montaña que se han encontrado Alex y su equipo!

Os invitamos a leer los extractos de la conversación que mantuvimos con él anoche -en primer lugar-, y la crónica posterior que ha enviado a su equipo de casa, y que compartimos. Merece de verdad la pena.

Álex Txikon
La expedición cuenta con el apoyo de Barrabes

La Cascada del Khumbu

“Es otro mundo, un laberinto. Normalmente todo el mundo la pasa ya equipada, cuando los equipos de sherpas han trabajado y la han dejado abierta. Así la pasé yo en 2013.
Pero ahora éramos un grupo muy pequeño, apenas 10 (2 Icefall Doctors, 6 alpinistas nepaleses, Carlos y yo) y hemos conseguido abrirla en 6 días. Es increíble la Cascada. Lo principal que hemos hecho es portear como burros. Allí dentro no entiendes nada, vas tirando escaleras, de repente llegas a sitios que no sabes si de ahí se sale, te pegas una hora deliberando entre todos, parece que se te cae encima…ha sido una experiencia tremenda...es difícil de contar.”


Equipo

"Hoy, justo antes de llegar al campo base, Norbu, uno de los alpinistas nepaleses, me decía: “Álex, ¿tú sabes que en 20 años no he visto a ningún occidental trabajar así, trabajar como tú? Bueno, no lo creo, hay mucha gente muy buena que ha pasado por aquí, pero en general es verdad que aquí el trabajo lo hacen los sherpas. Es probable que nosotros lo estemos afrontando de forma más auténtica.
Somos un equipo pequeño, con muchas carencias para afrontar algo así, pero lo superamos con mucha ilusión, trabajo duro en equipo, y mucha constancia. Por eso, trabajando como mulas, hemos conseguido llegar hasta los 7.800m."


Trabajo

“Hemos porteado y trabajado como burros, con ascensiones hasta el campo 2 con 30kg a la espalda cada uno. Ten en cuenta que para superar la Cascada del Khumbu, y tirar la cuerda hasta el campo 3, hemos empleado todas las escaleras para las grietas, 90 tornillos de hielo, más de 100 estacas, 5.500m de cuerda colocada...además hemos cargado con 700m de cuerda que hemos dejado en el depósito a 7.800m, por si hacen falta.
En realidad, quitando del campo 1 al 2, que sólo hemos puesto cuerda para superar alguna grieta, el resto ha habido que equipar mucho para futuras incursiones. El Khumbu, si no lo equipas, no lo pasas. Y la pared del Lhotse es todo hielo, no puedes abrirla cada vez que subes, así que además de escalar hemos tirado la cuerda para el descenso y posteriores ataques."


Nanga Parbat

"Aquí nos ha cundido más el trabajo, porque hemos sido 10 abajo y 4 arriba. En el Nanga éramos sólo 2. Pero esto es mucho más costoso...ya te he comentado lo que hemos puesto y cargado..."

Carlos Rubio

“Estoy contentísimo con él, ha afrontado este reto con mucha ilusión, muchas ganas, siempre con una sonrisa. Es una gran persona, gran escalador, con gran futuro, nos volveremos a encontrar seguro. Una pena lo que le pasó. Su estado fue decayendo arriba, y el frío le provocó la infección en los pulmones.
Me asusté mucho el día del rescate, tengo que agradecer tanto a 7 summits como a Aitor Bárez la coordinación del rescate. Fue un milagro, ya casi no quedaba luz, y apareció el helicóptero en el campo 2. Una noche más allí habría sido extremo para Carlos. Tomamos la decisión acertada, es difícil que con la infección y el cansancio hubiera bajado del campo 2 por su propio pie.”


Planes de futuro

"Los planes inmediatos pasan por descansar unos 5 días. Estamos muy cansados y necesitamos recuperar. La situación es alentadora, y ahora tenemos las puertas abiertas a la montaña. Pero esto es como es, y de repente pueden cerrarse.
Ahora viene una partida de cartas, en la que hay que jugar con cabeza. No descarto en la siguiente subida intentar cumbre, pero eso ya se verá.
Hemos hecho un buen trabajo, no vamos a echarlo por la borda por obsesionarnos con la cumbre. Paso a paso. Me gustaría subir, verlo, y quizás darle un pegue."

Álex Txikon
En la Cascada del Khumbu

ÁLEX TXIKON. CRÓNICA DEL EVEREST. DEL CAMPO BASE A LOS 7.800M Y VUELTA.
EN LA CASCADA DEL KHUMBU, EL VALLE DEL SILENCIO, Y LA PARED DEL LHOTSE

"Equipamos la Cascada del Khumbu entre 10 (2 Icefall Doctors -Nima y Ghensen-, 6 escaladores nepaleses -Norbu, Nuri, Chhepal, Furba, Lakpa y Pemba, más Carlos y yo).

Lo conseguimos en tan solo 6 días, muy intensos, con mucho peso a cuestas, muchas equivocaciones de camino, pero con motivación y cariño salimos adelante.

Álex Txikon
Cargados con hasta 30 kilogramos, en la Cascada del Khumbu

El 17 de enero salen Carlos y Chhepal para el campo 1, a 6.050m, para pasar su primera noche en altura. Y el 19 les seguimos Nuri, Norbu, Furba y yo. Partimos a las 7 de la mañana, con más de 30 kilogramos cada uno a la espalda (400m de cuerda, escaleras, etc). En 4 horas llegamos al campo 1. Chhepal y Carlos ya han salido hacia el 2 (6.400m).

Álex Txikon
Cascada del Khumbu

El viento sopla muy muy duro, nos tenemos que tirar al suelo cuando soplan las rachas más fuertes. Vamos solventando los problemas que el glaciar nos propone, solventando grieta a grieta...hemos calculado bien, porque llegamos, pero empleamos hasta la última escalera.

Superada la grieta para la que empleamos esta última escalera, entramos en el Valle del Silencio, que el día que entramos de silencioso no tiene nada; el viento apenas nos deja escucharnos entre nosotros. Norbu, Nuri, Furba, Chhepal y yo superamos por primera vez esta pendiente, muy tendida.

Yo pensaba que los 2 Icefall Doctors nos ayudaban hasta el campo 2, pero en esta expedición invernal no lo hacen, así que seguimos solos hacia el campo 2 los 6, con enorme peso.

El viento sopla cada vez más fuerte, y veo que Carlos no marcha bien. Pero pienso que quizás sean los 30kg de peso que carga. Al llegar al campo 2 montamos las tiendas en condiciones bastante duras, y Norbu, Nuri, Chhepal, Furba, Carlos y yo pasamos la noche lo mejor que podemos.

Álex Txikon
Carlos y Álex, en la tienda

Al día siguiente amanece frío, pero nuestra motivación es tan alta que Norbu, Nuri y yo decidimos empezar las labores entre el campo 2 a 6400m y el campo 3 a 7300m. Partimos muy, pero que muy cargados, mientras el resto descansa en el campo 2.

Salimos del campo 2 con miedo, ya que al igual que en los días anteriores nos adentramos en lo desconocido...y estamos en invierno, y los 3 solitos…

Atravesamos el glaciar y a 6700m llega nuestro primer problema del día: la rimaya. Que nos cuesta más de dos horas visualizar, entender, y por fin, atacar por su flanco más débil y, por supuesto, más seguro. Empezamos a equiparla, nos vamos relevando, y así llegamos a unos 6900m más o menos. El día es regularcillo, así que volvemos al campo 2 muy muy rápido.

Al llegar al campo 2 nos encontramos con Chhepal, Furba y Carlos, que están de descanso, y vemos a Lakpa y Pemba que suben más material: cada uno porta 400m de cuerda. Por tanto, los 8 que hemos trabajado desde el campo base hasta el 2 nos encontramos en el campo 2.

Pasamos una noche bastante buena. Estamos muy unidos. Un equipo bueno y con ganas, un equipo de esos en los que cada uno sabe lo que tiene que hacer. Carlos pasa la noche regular, y decidimos descansar el día 21. Han sido dos intensas jornadas para todos, y hay que tener en cuenta que es la 4º noche para Chhepal y Carlos en altura. El día no es de descanso completo, porque lo aprovechamos para mover el campo 2, 10 minutos más arriba.

Álex Txikon

El campo 2 -al menos ahora- es hostil. Gélido y sombrío, apenas recibe 4 horas y media de sol. Enseguida vemos que algo no marcha bien. Carlos ha empeorado. Hemos caminado los 10 minutos, y a Carlos le cuesta 5 veces más. Apenas puede dar unos pasos.

Comunico con el campo base, y Aitor Bárez, Carlos y yo decidimos su evacuación, creo que acertadamente.

Tenemos que agradecer al piloto y a Seven Summits su rapidez y agilidad en esta maniobra peligrosísima, una evacuación desde 6.400m. Un vuelo altamente peligroso.

De hecho, cuando oímos el helicóptero a las 16:30 yo no daba crédito. Era un milagro hecho realidad. Una noche más para Carlos habría sido muy dura, y creo que no hubiera tenido las fuerzas para descender al base. Todo el protocolo que hemos seguido en la montaña ha sido muy duro, intenso y de un desgaste altísimo.

Finalmente, el piloto pone rumbo al campo base con Carlos. Nuestro plan inicial se desvanece, y el equipo queda muy tocado, pero no hundido. ¡Carlos, nos has dado mucho, tu motivación e ilusión y ganas de afrontar dicen mucho de ti!¡Pero como persona eres grande, muy grande, te echamos de menos, Carlitos!

Álex Txikon
El helicóptero trasladando al hospital a Carlos Rubio abandona el campo base rumbo a Katmandú

Es nuestra tercera noche en el campo 2. La expedición ha dado un vuelco. Nos juntamos los 7 escaladores y decidimos salir por la mañana, una vez que Aitor nos informa desde el campo base de que Carlos se encuentra en Lukla bien y contento.

Así que la mañana del 22 partimos Norbu, Nuri, Chhepal y yo, nuevamente muy muy cargados, con la intención de llegar al campo 3, montarlo, y dormir allí. El día es muy duro, demasiado viento, pero partimos siendo tan ingenuos como para pensar que el viento amainará.

Los 4 vamos, como digo, muy muy cargados, y después de un gran esfuerzo de portear y equipar, nos encontramos dentro de una minúscula tienda en el campo 3, entre 7300m y 7400m, con unas ráfagas de viento muy muy intensas, y con el crujido de un serac que nos está acechando. Una noche muy dura, con mucho frío y sin poder dormir por el fuerte viento, sabiendo que al día siguiente no va a ser sencillo ni fácil y que nos esperan momentos muy duros.

Álex Txikon
En la tienda del campo 3

La mañana del 23 sale despejada, con poquito viento, o esa es la tendencia. Nos queremos levantar a las 6...jajajaja...cualquiera sale del saco de dormir con la que está cayendo. Aitor y Pablo nos cuentan desde el base que el día anterior habían estado a -35ºC con viento ligero. Y aquí no pegará el sol hasta las 11 de la mañana...

Chhepal no se encuentra bien y decide bajarse, así que nos quedamos Norbu, Nuri y yo. Salimos del campo 3 con la intención de equipar todo lo que se pueda...¡¡Dios mío, que equivocación salir sin sol!! mira que se lo había dicho a Norbu y Nuri…

Álex Txikon
En la pared del Lhotse. Abajo el Valle del Silencio. Al fondo comienza la Cascada de hielo

Empezamos a escalar y apenas puedo mantener el calor en los dedos de las manos y los pies. Nos la estamos jugando...qué hora tan larga. Pero tampoco os penséis que con el sol cambia tanto la cosa….el frío es muy intenso y el viento empieza de nuevo a soplar…

Pero tanto Nuri como Norbu quieren conseguir la cumbre de Sagarmatha, 8848m. Norbu ha subido 7 veces y Nuri 3, pero les encantaría hacerlo en invierno. Así que apretamos los dientes y los 3 a una vamos progresando y ganando metros, por supuesto sin oxígeno suplementario…

Álex Txikon
Hacia las franjas amarillas

Llegamos a los 7.500m, 7.600m...sobrepasamos las franjas amarillas, estamos muy altos, a unos 7.800m, quizás más. Nos encontramos muy bien, contentos y muy felices de lo que estamos consiguiendo un equipo tan reducido, con muchas carencias para semejante empresa. Descendemos lo más rápido que podemos, rapelando por las cuerdas fijas con un dolor tremendo en nuestros gemelos y dedos de los pies...rapelamos la rimaya y Furba se acerca a nuestro encuentro con algo de agua y té caliente.

Nuestros cuerpos doloridos y maltratados lo agradecen, y es tan grande el orgullo y la satisfacción por el trabajo realizado que el agotamiento y el cansancio parecen no aflorar en nuestros cuerpos.

En el campo 2 Lakpa y Pemba han cocinado un dallbhat, arroz con lentejas. ¡Qué pasada llegar desde 7.800m a 6.400m y encontrarte ese manjar! Comunico con el base y nos dicen que Carlos está en Katmandú, contento y feliz, aunque sigue en el hospital. Qué bien...llevaba el tema rondándome todo el día la cabeza.

Comemos el Dallbhat y nuestros cuerpos caen rendidos como en una maldición. La mañana del 24 amanece despejada, fría, pero los rayos del sol calman nuestro cansancio y hacen más llevaderos estos momentos. Nos levantamos a las 8 y recogemos todo.

Nos ponemos en camino los 7: Norbu, Nuri, Chhepal, Furba, Lakpa, Pemba y yo. Bajamos muy rápido el Valle del Silencio, marcamos el glaciar con cañas de bambú. Me gusta más marcarlo de descenso, ya que siempre depuras errores o trazas en la ruta. Vamos muy contentos...en menos de 1 hora estamos en el campo 1.

Álex Txikon
Valle del Silencio, desde el campo 1

Comento que llegamos para el almuerzo, me emociono, tengo ganas de bajar al campo base y contarles los momentos del rescate de Carlos a Pablo y Aitor, y si hice lo correcto. Empiezo literalmente a correr para abajo, por las cuerdas fijas...y de repente, la maldición: la Cascada se ha derrumbado.

Nadie dijo que iba a ser fácil, ni sencillo. Pero sí que el compromiso iba a ser muy alto, y que tendríamos que sacarnos nosotros las castañas del fuego. Tenemos la ruta colapsada en un sitio peligroso y muy difícil...¿cómo continuamos con el material que tenemos?

Estoy entre nepaleses, y tras hablar por walkie no veo rostros muy positivos, ni expectativas alentadoras...creo que quieren volver al campo 2. Oigo la palabra vivac. Pero entonces sugiero...¿Estamos solos, no? De los dos IceFall Doctors solo queda uno, Nima se ha vuelto ya a casa, han trabajado super duro. Y Gelchen solo no puede ayudarnos. Así que toca buscarnos la vida.

Se hace el silencio. Propongo un primer plan, muy kamikaze: jugarnos el tipo pasando debajo de los seracs del Everest, que escupen constantemente. Aunque es muy poco tiempo debajo, finalmente lo descartamos.

Menos mal que el tiempo es favorable. Me ato a una cuerda y me aseguran mientras trato de buscar una salida en ese dichoso laberinto, tratando de escapar de la maldición. Es una locura, estamos jodidos...me digo “piensa, Alex, piensa...”. Doy con una salida, peligrosa, pero al menos no kamikaze...doy el relevo a Nuri, y ¡por fin! Se acabó nuestra maldición.

O eso pensábamos...porque apenas acababa de comenzar. Nos encontramos con 3 tramos más completamente colapsados...nos toca buscarnos la vida, estamos los 7 solitos. Pero si ya lo hemos una vez, podemos hacerlo 3 veces más…

Y lo que iba a ser una vuelta a casa rápida y sencilla se convierte en todo un día de esfuerzo buscándonos la vida con los recursos e ideas que cada uno aportamos. En primavera hay mucha gente transitando por la Cascada, y además 20 IceFall Doctors se encargan del mantenimiento constante de la misma. Ahora estamos y estaremos solos...

Nadie nos dijo que iba a ser sencillo. Pero si estamos aquí es por la belleza y soledad del invierno. Veremos de lo que somos capaces.

Norbu, antes de llegar al último rápel, me dice: “Álex, ¡sabes qué? Creo que hace más de 20 ó 30 años que ningún occidental ha hecho lo que estás haciendo tú.”

Yo creo que no es así, pero le contesto que me gustaría subir ahí arriba y bajar. Y que cuando hayamos bajado todos, entonces habremos conseguido el Sagarmatha. Para ello tendremos que trabajar muy duro.

Le abrazo a él primero, luego al resto del equipo, les agradezco su trabajo uno a uno. Me emociono y les digo que creo que lo estamos haciendo bien.

Eso es lo que creo."

Álex Txikon
Llegada al campo base

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