
Hoy, Ferran Latorre acompañado de los franceses Hélias Millerioux y Yannick Graziani, ha iniciado el ataque a la cima del Nanga Parbat por una larga ruta nunca lograda de la vertiente norte del Diamir. Una ruta que han intentado varios alpinistas, como Reinhold Messner y Simone Moro, pero que nunca nadie ha conseguido finalizar con éxito.
Recordemos que para conseguir la nueva vÃa no emplean sherpas, ni cuerdas fijas, y prácticamente realizan un solo intento en alpino. Y además, con un añadido: debido al carácter del terreno, llevan esquÃes, como pudimos ver en el video que nos envió hace un par de semanas. Es fundamental esto: por la tremenda longitud de la vÃa, sin ellos serÃa muy difÃcil conseguir la cumbre.
Además, el comienzo de la vÃa es tremendo, una escalada en si misma. Por lo roto del glaciar, Simone Moro, que intento la vÃa el pasado invierno antes de sumarse al equipo de Alex Txikon, recomendó a Ferran salvar la zona baja. “El recorrido hasta el Campo 1, es la parte más enrevesada de este itinerario. Y cada vez más, por el calor persistente, se está convirtiendo en un laberinto de difÃcil y compleja solución. El acceso lógico por el glaciar de Diama es casi imposible, ya que el glaciar está muy roto.
Para evitar esta dificultad, lo que en Simone Moro nos sugirió cuando estuvo aquà el pasado invierno, es la de remontar un corredor de nieve muy cercano al CB, y que por el otro lado, bajando 150 metros de desnivel, te lleva hasta la parte alta ya del glaciar. La propuesta a primera vista es una locura, porque el corredor tiene casi mil metros de desnivel, y ya por sà solo podrÃa considerarse como una ascensión, con un tramo final de 50 grados.
En total, el collado que nos permite acceder al glaciar del Diama tiene 5400 metros de altura, es decir, 1200 metros por encima del Campo Base. Pero este paso es la única solución. Desde este collado, se puede ver parte del largo glaciar de Diama, desde la entrada caótica y casi inaccesible, hasta que gira detrás del espolón que divide las vertientes oeste y noroeste del Nanga Parbat.
De hecho, de tan lejos que está, el Campo 1 y nuestra ruta aún no se ven desde esta gran atalaya."

Ataque a cima
Esta mañana la expedición ha salido pronto del CB, sobre las cinco de la madrugada, para evitar la caÃda de piedras por el corredor de entrada, muy probable con la salida del sol y el calor, rumbo al C1. En estos momentos ya se encuentran descansando en él.
A partir de aquÃ, la estrategia de la expedición va a depender de la meteo. De momento parece que los dÃas 10,11 y 12 pueden ser buenos, aunque con algo de viento. En función de ello, la intención de Ferran es subir mañana al C2, donde tienen una tienda en 6.500 metros, para desmontarla y subirla unos doscientos metros más arriba, situando asà el nuevo Campo 1 a unos 6.700 metros. En este punto, según la meteorologÃa, la expedición esperará un dÃa o dos para seguir adelante.
Cómo atacar la cumbre, la gran incógnita
El campo 3 lo instalarán en un collado situado a unos 7.200 o 7.300 metros. Este serÃa el punto de partida del ataque a la cima. El itinerario a partir de allà es desconocido por la expedición y de hecho ya varÃa respecto a los anteriores intentos desde los 7.200 metros. En este punto se debe dar la vuelta a un espolón que da acceso a la cuenca de Bazin, y permite ver el largo flanqueo que hay que recorrer hasta la pirámide final. Hélias Millerioux, Yannick Graziani y Ferran Latorre tendrán que decidir el itinerario in situ.
Para atacar la pirámide final, hay dos alternativas. O bien escalar un corredor indefinido que lleva hasta la cima Norte del Nanga Parbat, o bien ir a buscar el collado septentrional para escalar la arista hasta la esa cumbre. Desde ésta, una arista plana y en principio fácil llevará a la expedición hasta la principal.
Cumbre y bajada con esquÃes a 7.000 metros
Una vez hollada la cumbre Hélias Millerioux, Yannick Graziani y Ferran Latorre tienen previsto calzarse los esquÃs en el pie del corredor final o en el collado. Los dos puntos están situados a unos 7800 o 7900 metros. A partir de ese punto comenzarán el descenso esquiando hasta los 5.000 metros. Una increÃble experiencia.
La previsión es que Ferran, Hélias y Yannick ataquen la cumbre aprovechando la ventana de buen tiempo prevista para finales de esta semana. La expedición estará bien atenta a los pronósticos meteorológicos.