
Ferrán Latorre se encuentra intentando alcanzar la cima del Gasherbrum I, el ochomil pakistaní, junto al alpinista francés Yannick Graziani, al que recordamos por haber escalado la cara sur del Annapurna hace 3 años días después del ascenso de Ueli Steck, al alemán Tom Seidensticker y al local Sadiq. Prácticamente están solos en la montaña, (parece ser que hay 3 taiwaneses y un italiano también) debido a la acumulación de personal y expediciones comerciales que se agrupan este año en el K2 y el Broad Peak.
“Este año, el Gasherbrum I es el ocho mil con menos escaladores y el único sin expediciones comerciales. Tanto el K2 como el Broad Peak están masificados y comercializados este año. Y en este sentido, el Gasherbrum I será la montaña más difícil de escalar este año.
Me gustaría que la gente entendiera la enorme diferencia entre afrontar una montaña como ésta siendo un grupo reducido, o hacerlo detrás de otras expediciones comerciales, que abren el trazo y ponen la cuerda fija.
Una diferencia tan grande como jugar en primera división, o hacerlo en tercera regional.”

Hoy han partido directos al Campo 2 (6430 m), punto culminante de la primera salida que realizaron. A partir de ahí, tendrán que equipar el corredor de los japoneses, parte más técnica de la ascensión. “Se trata de un corredor poco definido, de orientación noroeste, de unos 700 m de desnivel que culminan en un hombro donde se establece el último Campo, que se puede situar a más o menos altura según conveniencia, pero que oscila entre los 7000 y los 7200 metros. Desde este campo se ataca la cumbre.
Tendremos que escalar y equipar nosotros el corredor, ya que aquí no hay expediciones comerciales con sherpas que te hagan el trabajo. Esto nos crea ciertas dudas a la hora de atacar la cima en este mismo viaje.
Equipar el corredor provoca un desgaste que quizás nos pase factura en el posterior ataque a la cima. Y aunque también es cierto que la aclimatación todavía es justa, si el corredor estuviera ya equipado, no tendríamos dudas en intentarlo.
En cualquier caso, la filosofía es ir paso a paso, y una vez allí ya veremos cómo nos encontramos y cuáles son las condiciones de la nieve durante el día de la cumbre. Este último es un punto muy trascendente: aquí tampoco nadie nos abrirá la traza.
Este año estoy viviendo una situación parecida a la de hace tres años, cuando escalamos el Gasherbrum II. Entonces nos quedamos solos y con la montaña entera por resolver.
Todo parece indicar pues, que podré tener la suerte de haber escalado los Gasherbrum IV, II y si puede ser el I, de una manera muy genuina. Todo un lujo en los tiempos que corren!”

Hasta ahora han permanecido una larga temporada de mal tiempo en el campo base, ejercitando la santa paciencia; tan solo realizaron la anterior incursión al campo 2, en la que llegaron hasta el GasherbrumLa, el collado frontera situado a 6.500m de altura, entre Pakistán y China, que divide dos mundos: la cara norte del Karakorum, con sabor a Asia Central, y la cara sur, que mira al subcontinente indio. “Estoy seguro de acabará siendo el día más bonito de este largo viaje (…) me invadió aquella soledad astronómica que sólo se puede vivir en lugares como este.
Las últimos metros fueron mágicos. La ancha línea del collado que durante horas se había recortado sólo con el cielo, a cada paso que hacía iba descubriéndonos un nuevo mundo. Así, China de pronto se desplegó bajo nuestros pies. Un inmenso mundo de glaciares y montañas desconocidas, un mundo virgen, desconocido, bañado por los últimos rayos de sol de un atardecer que no olvidaré nunca. Me sentía como si hubiera descubierto un nuevo mundo.”
Y como siempre, recomendamos la visita a las galerías de imágenes de Ferrán, con fotos especialmente hermosas de la aproximación a través del Baltoro. Ferrán, profesional de la imagen, no viaja ligero en cuanto a equipo: Canon Eos 5d MarkIII, CANON 17-40 f4, 24-70 f2.8 y 70-200 f4. Eso es más peso que el que algunos llevan en toda la mochila, en estos tiempos ligeros.
Pero los resultados no pueden ser más brillantes: www.ferranlatorre.com