Acompañados por el cámara David Maeztu, Iñurrategi, Vallejo y Zabalza, cargados con los últimos kilos de material, salían el sábado 19 del campo base (3.400m) del Paiju Peak e iniciaban así el intento de llegar a su cima (6.610 m). Comenzaba la escalada y la apertura del Pilar sur; les quedaban unos 12 días por delante en la pared, en estilo cápsula. Una vez superen el Pilar, un terreno desconocido de unos 600m en mixto les llevará hasta la cima.
El sábado llegaron al Campo 1 (5.200), tras la ya familiar pedrera rompepiernas de 1.800 metros de desnivel y el domingo, cargados de nuevo “como mulas” ascendieron al Campo 2 a unos 5.500 metros. Agotados. Hasta ahí habían equipado anteriormente la pared con una cuerda -decisión tomada tras la experiencia del pasado año- para restarle días al intento, no jugársela con la cambiante meteorología de la zona y poder entrar rápido a escalar en esa parte alta e inexplorada del pilar de roca que sujeta la cima de hielo de la montaña.
La tienda del campo 1, con el gran pilar sur detrás
“El lunes avanzamos muy poco. Nos encontramos con mucho hielo por encima del campo 2; pasamos por fisuras taponadas de hielo, chimeneas muy lisas con hielo malo donde apenas podíamos agarrarnos. La escalada en hielo es extenuante, técnicamente difícil e inestable. Que yo recuerde, son de los largos de escalada más horribles que he visto en mi vida”. Son palabras de Mikel Zabalza; es difícil imaginarse, sabido su currículo, cómo serán esos largos...
“El martes llegamos al campo 3, que estará entre los 5.700 y 5.800” (Debido a los cambios en la presión barométrica el altímetro da variaciones que llegan a los 150 metros en un mismo punto. En otras montañas, el histórico de las numerosas expediciones suple el problema). “Hemos hecho 5 largos de escalada en roca muy verticales. Esa parte alta de la pared es muy vertiginosa y no había una sola pequeña repisa para las reuniones; las hemos hecho en estribos, todo el tiempo colgados. Mañana trasladaremos el campo de los 5.500 a esos 5.800 metros y el jueves y viernes intentaremos llegar al final del pilar”.En esta expedición, por primera vez, les acompaña un cámara, David Maeztu. Ha bajado por las cuerdas al campo base para recargar baterías y enviar las imágenes que acompañan esta noticia.
En la tienda del campo 1