
“Quizás otro año se pueda, pero no éste. La línea es preciosa, y más viéndola de cerca, a pie de pared, pero este año está impracticable. Desde que llegamos al Campo Base hemos vigilado muy de cerca la pared y en especial la zona por la que queríamos abrir la nueva vía y hemos visto que es muy peligro. Este año al menos. Las dos barreras de seracs escupen prácticamente todos los días alguna avalancha y meternos allí en su estado sería una ruleta rusa.”
Ante esta situación, el grupo ha decidido intentarlo de nuevo. Por un lado Alex y Adam Bielecki están a la espera de ver cómo evoluciona un dedo de un pie de Alex para volver a realizar un intento por la británica, con la variante que han abierto en la zona baja. “Es el mismo que me quedó tocado precisamente aquí mismo, en el Kangchenjunga, en 2009, tras el descenso al límite que realizamos con Edurne Pasaban, y desde entonces lo tengo que cuidar mucho en cada expedición porque es muy propenso a congelarse de nuevo”, explica Alex.
“Los partes meteorológicos dan días de cumbre para la semana que viene y la ruta ya está abierta hasta la cumbre. Por nosotros hasta casi los 8.500 y luego por Denis hasta la cima. Lo más difícil está hecho y sería una pena desaprovechar la oportunidad. Aunque tampoco quiero arriesgar el dedo. Eso lo tengo claro. El Kangchenjunga no se va a mover de donde está y si no lo veo claro no voy a subir. Voy a ver como evolucionan las congelaciones un par de días y entonces tomaré la decisión”
Dmitri Siev y Artem Braun no tienen claro volver a ascender por la británica, ruta que consideran demasiado técnica y exigente físicamente para ellos. Así que han decidido trasladarse al campo base sur, e intentar la ruta normal, más asequible y equipada.