Créditos:
Información cortesía The North Face
Simone Moro/TheNorthFaceEU
David Göttler/TheNorthFaceEU
Emilio Previtali/TheNorthFaceEU
Tomasz Mackiewicz
Daniele Nardi
Simone Moro, David Göttler y Emilio Previtali ya están de camino a Islamabad, tras recoger su campo base. Quedan algo más de dos semanas de invierno, pero tuvieron muy clara su decisión. “Estos 20 días son la parte más crítica de la temporada”, afirma Previtali. “Las nevadas cada vez son mayores, y el riesgo de aludes más difícil de manejar. Además, David Göttler necesitaría casi 10 días para recuperarse del último ataque, y luego debería haber un mínimo de 5-6 días de buen tiempo para intentar la cumbre. Algo que no hemos visto en dos meses. Creemos que, por este año, ya no es posible la cima.”
Aprovechamos sus palabras para destacar la gran labor que Previtali ha realizado desde el campo base de la montaña, con información puntual y de excelente calidad sobre lo que ocurría en cada momento.
Sin embargo, los polacos han decidido quedarse: “Tenemos los campos montados” (en un principio habían decidido desmontar todo en el descenso, y así se confirmó desde el campo base, pero parece ser que finalmente los dejaron, al igual que las cuerdas), “y Simone Moro nos ha dejado gran cantidad de comida, sacos de dormir...¡vamos a intentarlo!”
Las expediciones The North Face y polaca han sido muy intensas. Más de dos meses de lucha contra la montaña, el tiempo, y el agotamiento que provoca la eterna vida de campo base. En una montaña como el Nanga Parbat, con sus inmensos desniveles, cada ataque requiere el esfuerzo de una cima en otro ochomil. Sólo por hablar del último, en el que alcanzaron los 7.200m, esto supone 3.800m de desnivel positivo superado desde el campo base. En la mayoría de colosos himaláyicos, eso es bastante más que el desnivel del campo base a cumbre.
Si consideramos que han sido unas cuantas la subidas, que casi seguro han superado los 10.000m positivos, las condiciones invernales que han encontrado, y que en muchas de las incursiones han cargado equipo y material, además de abrir e instalar cuerda, se empieza a entender el esfuerzo realizado.
Además del invierno del Karakorum, al que la suma de factores meteorológicos y altura convierten en uno de los más duros del planeta, esta montaña tiene un serio problema técnico y de tamaño que otros ochomiles no tienen. Son necesarios, para un equipo muy fuerte, al menos 5-6 días para llegar a cima, más el descenso. Eso es un enorme esfuerzo, pero...¿cuándo hay 5 días seguidos de (relativo) buen tiempo en el Karakorum invernal? Este invierno, por ejemplo, nunca.
Simone Moro se ha dado cuenta de esto, ha aprendido la lección, y ya piensa en 2015. Considera que la vía que Reinhold Messner intentó abrir en 2000 (llegó hasta los 7.000m), a la izquierda de la que él mismo abrió en 2003 junto a Lafaille, es la mejor opción para conseguir la 1ª cima invernal, debido a que no es tan peligrosa como otras, y sobre todo a que es más corta. De esa manera, son menos los días que se necesitarían para cumbre.
Daniele Nardi
El italiano, que se encontraba solo en la vertiente de Diamir, también anuncia su vuelta a casa. La montaña está peligrosísima en esa pared, y los seracs que intimidaron a principio de invierno a Ralf Dujmovits, haciéndole abandonar, estuvieron a punto de darle un disgusto a Nardi. Fue alcanzando lateralmente por un desprendimiento en uno de ellos, pero por suerte todo quedó en un susto.
También parece que algo más ha ocurrido en la montaña que ha afectado al campo base, y que de momento, Daniele prefiere no contar hasta el regreso.
“Las condiciones no son como el año pasado. Me he dado cuenta de que este año es imposible un intento en solitario. No niego que la caída del serac me ha afectado mucho.
Pero no sólo es por el clima, o las condiciones de la montaña. También han ocurrido cosas que han afectado al campo base, muy difíciles de explicar por e-mail, que espero poder contar al regreso, o en la rueda de prensa.”