Un intenso viaje de tres dÃas para aprovechar la ventana de buen tiempo – completamente inesperada – y el éxito les llegó incluso antes de que la música comenzara a sonar. Esto es lo que les ocurrió a los suizos Stephan Siegrist y Dani Arnold y al alemán Thomas Senf quienes el pasado 3 de agosto se encontraron en la cima de la Torre Egger después de haber partido de Suiza alrededor de una semana antes.
Los tres fueron extremadamente rápidos: el dÃa 27 de julio llegaron a El Chalten, el dÃa 31 de julio depositaron el material a los pies de la montaña. La predicción meteorológica no era mala, asà que se preguntaron a sà mismos, ¿por qué no darle una oportunidad?
A la mañana siguiente, en perfectas condiciones – se podÃa leer ausencia total de viento – los tres escalaron hasta el vivac situado entre la Torre Egger y el Cerro Standhard. Dani Arnold escaló otros dos largos más hasta que la caÃda de la noche y el intenso frÃo invernal le impidieron continuar.
La escalada al dÃa siguiente no fue nada sencilla - las fisuras estaban heladas y Senf tuvo una larga e inesperada caÃda - y como no pudieron encontrar un lugar para vivaquear, decidieron continuar escalando.
Con el tiempo empeorando y después de 22 horas sin parar, alcanzaron la base de la seta helada de la cima. Para escalar este sueño convertido en pesadilla, necesitaban la luz de dÃa, por lo tanto cavaron un peldaño donde se sentaron para "descansar" durante 4 horas.
La primera luz del 3 de agosto vino acompañada de un viento frÃo y claras señales de un cambio brusco en la climatologÃa. Era imprescindible hacer un esfuerzo rápido hacia la cima y, gracias a su ascenso 3 años antes de Titanic, Siegrist conocÃa una chimenea de hielo en la cara sur. Enseguida alcanzaron la chimenea y al medio dÃa, después de los últimos 3 largos, Siegrist, Arnold y Senf alcanzaron la cima de la Torre Egger, habiendo realizado el primer ascenso en invierno, en perfecto estilo alpino.
Siegrist no es ningún novato, con ascensos de importancia en Patagonia y en 1999, junto con David y Thomas Ulrich y Gregory Crouch, realizó el primer ascenso invernal de la cara oeste del Cerro Torre. Entonces las cosas ocurrieron de manera muy distinta y los cuatro tuvieron que aguantar 58 dÃas de tormentas de la Patagonia antes de poder alcanzar el éxito.
Esta vez los vientos, descritos por la gente de la zona como "La escoba de dios", eran mucho más tolerantes. Tanto es asÃ, que Siegrist, a sus 38 años, comentó: "necesitaremos un par de dÃas para comprender la suerte que hemos tenido. Estábamos preparados para cualquier cosa, excepto para que las cosas pudieran suceder con tanta rapidez". Y si su suerte continua, probablemente habrá más por venir...
Fuente: www.planetmountain.com