Un año con unas nevadas constantes e inusuales en el Himalaya. La palma se la está llevando el Manaslu. Primero nevó tanto que un alud cayó hasta el campo base, arrasando las tiendas de Pauner. Una breve ventana de buen tiempo, y vuelta a nevar. Con paciencia las expediciones llevan días y días esperando que pare, pero no es así. La nieve ha sido tan abundante que, como ya contamos, estuvo a punto de provocar una desgracia al enterrar y derrumbar la tienda de Pauner mientras dormía. Y ahora, en 4 días han caído otros dos metros de nieve en el campo base. Por lo que todo lo que había arriba, ha desaparecido. Pauner se harta y se larga, no tenemos noticias de qué decisión habrán tomado las andaluzas. Mucha moral le ha echado ya, tras quedarse a tan solo 60 metros de cima en su primer intento hace dos semanas.
Última hora: Las andaluzas informan desde el campo base. Deciden quedarse para intentar la cima la semana que viene.
En el Makalu, más de lo mismo. Cansados de estar viendo nevar con los brazos cruzados, esperando una ventana que les permita atacar el Pilar oeste, Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza han decidido irse de trekking para no anquilosarse. Así que han dejado el campo base y han partido unos días hacia el campo Hillary, a 4.800 metros, en espera de una hipotética mejora.
Las cosas no están mejor en otros lados. El Everest y el Lhotse parecían librarse de la racha, lo que permitió unas cimas muy tempranas en el primero de ellos. Pero luego el Jet Stream se ha apoderado de la altura, provocando además peligrosos aludes y desprendimientos en la cascada del Khumbu. El catalán Xavi Arias, que está intentado el Lhotse, también se ha cansado de estar encerrado en la tienda, 11 días seguidos ya, y por recomendación médica, y para no perder la forma, también ha partido de trekking, bajando hasta el pueblo de Lobuche, a 4.600 metros. Así tonifica músculos, que se anquilosan, y no permanece tanto tiempo en altura. Y se entretiene. Porque además, el parte meteorológico para esa montaña indica 6 días más seguidos de mal tiempo…
”BASTA
Todo es esta vida tiene un limite y nosotros ya lo hemos alcanzado en esta expedición. Llevamos 40 días al pie de esta montaña. En los últimos tres días ha nevado tanto, que hemos acumulado en el campo base casi 2 metros de nieve. Los campos de altura, ya instalados, han desaparecido bajo una cantidad mayor del blanco elemento. Las cuerdas, bueno, ni rastro. Hemos esperado pacientemente dentro de nuestras enterradas tiendas y hoy, día 14 de mayo, nos han llegado los nuevos partes que nos dan 3 días de bueno y luego viento y nieve. Me da la risa. La montaña necesita por lo menos 6 días de bueno para que se limpie, para que vuelva a ser segura. Hay que volver a instalar todo de nuevo, porque pensar en encontrar las cosas bajo toneladas de nieve, creo que no es posible. En fin, que no se puede luchar contra los elementos. Desde aquel día 28 de abril en el que llegamos tan cerca de la cima, todo ha ido a peor y poco a poco la situación de la montaña ha ido degradándose. Nuestro tiempo se acaba y nuestro ánimo también. En ocasiones como ésta es duro tomar la decisión, pero hay que hacerlo. Basta, ya hemos entregado bastante al Manaslu por este año. A casa. Una vez dado este difícil paso, sólo queda que volver lo antes posible y comenzar a tratar nuestros maltratados organismos.
Javier, con sus congelaciones, tiene problemas para caminar tantos días hasta la civilización. Afortunadamente, nuestro ángel de la guarda, en este caso nuestra aseguradora FIATC, vigila de cerca y con diligencia nos han proporcionado los medios necesarios para un rápido regreso. Así que pronto estaremos en casa, con el alma quebrada por el ingente esfuerzo baldío realizado y con el cuerpo roto por obra y arte del aire liviano de la altura extrema. Una expedición más que pasa. Sabemos que esto es así, hay veces que todo se conjuga para que con esfuerzo y tesón se llegue a la cima y en otras ocasiones, como ahora, la montaña nos marca sus límites y se hace dueña de sus dominios, expulsándonos con determinación. Volvemos, contentos por haber peleado con valentía y haber dado la cara en todo momento. Cansados por unas condiciones infernales, difíciles de explicar en estas líneas. Ilusionados, por ver a los nuestros y regresar a nuestra maravillosa tierra. En definitiva, satisfechos por nuestro trabajo en una montaña espectacular, bella y que, de momento, nos ha vetado su blanca cima. Será en otra ocasión."
Carlos Pauner