Los hermanos Pou y Manu Ponce, de nuevo a explorar paredes a la Cordillera Blanca

”Hemos querido repetir destino por una razón obvia: estas montañas nos permiten seguir abriendo nuevas rutas e innovar, que es nuestra verdadera razón de ser en la montaña”, afirman los hermanos vascos. También reconocen que les gusta tener la base en la ciudad de Huaraz: “la conocemos bastante bien y siempre somos bien recibidos por la comunidad local”.

Van a permanecer 60 días en la zona, con base en la capital andina, pero prevén moverse a otros lugares del macizo montañoso: “Es una zona llena de quebradas, cada una de ellas da acceso a un valle, y desde ellos se pueden acometer un montón de nevados interesantes”, comentan los alaveses.

Su plan no va diferir apenas del de años anteriores: explorar y lograr primeras ascensiones y escaladas en la Cordillera Blanca. No van con un plan preconcebido: aprovecharán los días de aclimatación para informarse sobre los objetivos y zonas que se encuentran en mejores condiciones.

Es una de las ventajas de la aclimatación: están obligados a ella, porque habitualmente van a vivir a 3.000m y las escaladas que intentarán estarán entre 5.000 y 6.000m; esto supone un hándicap, pero les da el tiempo y la tranquilidad necesaria para valorar y sopesar sus posibilidades y retos.

En esta ocasión, además de Eneko e Iker, van a estar acompañados por el escalador murciano Manu Ponce, ya habitual en sus últimas expediciones, y por el peruano Álex Estrada, que hará las labores de cámara y fotógrafo.

Ambos hermanos consideran esta expedición, en cierta forma, como la primera post-covid. “El verano del 2020, en las peores condiciones por el COVID, conseguimos abrir “Rayu”, una vía de mucha dificultad en los Picos de Europa. El pasado año, con la crisis sanitaria aun encima, lo comenzamos estrenando nuestro primer libro, “Aúpa Pou: Una Vida Encordado”; seguimos con 4 vías nuevas en los Andes, y finalizamos en otoño dando 45 conferencias. Todo eso en los años más difíciles de nuestra existencia. Por eso estamos convencidos de que, en este 2022, en el que la pandemia ya no achucha tanto como antes, estamos preparados para hacer grandes cosas en los Andes”.