
La vía, de 30 metros, le ha costado mucho esfuerzo. Sobre todo porque, al principio, no conseguía encontrar como encadenar el puzzle. Hasta que Ryuichi Murai le sugirió una secuencia que resultó crucial. “Desde entonces he trabajado 3 meses hasta que el 6 de marzo conseguí superarla”.
Sobre el grado, opina que puede ser un 9a. “Es algo más fácil que Flat Mountain, que es un 9a/a+ (corregido), y algo más difícil que Hanabi, el 8c+ (corregido) que encadené hace 3 meses”.
La decisión acerca del nombre de la vía ha sido fácil para él: “Peaceful Mountain. Mt Futago es una montaña en donde reina la paz. Allí encuentras sonrisas, amigos, relaciones humanas, creatividad, vías, una comunidad de escaladores, libertad y desafíos. Además, mi apellido lo sugiere: "Hira" (paz) "Yama" (montaña)”.
Son ya 3 décadas las que el japonés lleva en primera línea de escalada, desde que, con tan solo 17 años, en 1986, encadenó Phoenix y Cosmic Debris en Yosemite. Una vida dedicada a la roca vertical llena de hitos que, 34 años después, mantiene intacta la pasión y las facultades.
Os invitamos a leer una entrevista que le hicimos en el año 2000, con motivo de una visita a Benasque: Yuji hirayama: buscando las vías más difíciles
