A pesar de lo incierto de los partes meteorológicos, el alemán Jost Kobusch decidió días atrás partir hacia la montaña en busca de una ventana que le permitiera continuar su progresión y alcanzar al menos los 7.000m en su intento invernal en solitario al Everest sin oxígeno.
Instaló la tienda en el lugar que puede considerarse su campo 2, a unos 6.000m según su localizador, en el Lho La. Al caer la noche un viento huracanado se desató. La tienda no aguantó, se rompieron las varillas y se formó un gran agujero en el doble techo. “La única solución que encontré fue salir de la tienda, quitar los restos de las varillas e intentar dormir en lo que quedaba de la tienda. La verdad es que no funcionó muy bien”. Kobusch habla de ningún espacio, nieve y viento entrando por todos los sitios, un caos.

Con la llegada de la mañana, comenzó a descender tras salvar todo lo importante que necesitaba para el campo 1. “Ahora la cuestión es cómo me va a afectar la pérdida de la tienda en cuanto a la estrategia”
El descenso no fue fácil. El viento fuerte le complicó las cosas, especialmente en las zonas técnicas que tiene que rapelar entre el collado y el campo base. Por suerte ya se encuentra en el campo base sano y salvo, mientras espera una ventana de buen tiempo y medita su estrategia futura.
