
Es una montaña poco frecuentada, situada entre Georgia y Rusia, que descubrimos hace ya unos cuantos años de la mano de Tomeu Rubí y Cati Lladó, cuando en su habitual estilo de alpinismo de exploración abrieron una ruta en sus paredes, aunque sin poder alcanzar la cumbre. Nos contaron sobre la montaña en el reportaje USHBA, La reina del Cáucaso, que os recomendamos leer.
La montaña alcanza los 4.710m de altitud, es muy escarpada y sin puntos débiles, siendo muy compleja de escalar por todos sus lados. Y las complicaciones logísticas de la zona no lo son menos: remota, sin equipamientos, hay que llevar todo, por lo que es un buen aprendizaje para posteriores expediciones al Himalaya.
Es una expedición extraordinaria previa a la que servirá de fin del ciclo 2018-2021, que tiene previsto realizarse en Nepal.