
Jonatan García es, probablemente, la persona que conocemos que mas horas al año pasa en la alta montaña. Prácticamente todos los días del año realiza alguna escalada en los macizos de tresmiles del valle de Benasque, acumulando largas jornadas y desniveles importantes. Esto le ha llevado a alcanzar, en muy poco tiempo, mas de 100 ascensiones al Aneto, por todos los lados posibles, con unas cuantas aperturas técnicas en el macizo.
Solo frena este pasional ritmo cuando viaja a otras cordilleras, como ocurrió el pasado invierno, cuando se convirtió en compañero de cordada de Alex Txikon en su cima invernal en el Ama Dablam, y en su intento de 1ª invernal al Everest sin oxígeno, o cuando este verano ha viajado Alpes, realizando grandes travesías y clásicas de dificultad.

Aprovechando la aclimatación que traía de los Alpes, decidió probar algo que hacía tiempo le llamaba: encadenar las dos crestas mas importantes del macizo: Salenques y Llosás. Algo que, en el mejor de los casos, llevaría varios días y vivacs, pero que, debido a su técnica y experiencia en este tipo de terrenos, él pensó que podía realizar en el día.
Partió de la Renclusa y en 2 horas llegó al collado de Salenques. Escaló la larga ruta hasta la cima del Aneto, y de allí bajó al collado de Coronas, al ibón inferior de Coronas, y por la cala ascendió hasta el comienzo de la larga cresta de Llosás. La escaló en su totalidad hasta la cumbre del Aneto, y por el glaciar y la ruta normal descendió hasta la Renclusa, llegando 10 horas después de su partida, y de allí hasta la Besurta.


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