
El jurado de los Piolet d’Or 2020, formado por Kazuaki Amano, Nikita Balabanov, Aleš Cesen, Gerlinde Kaltenbrunner, Hélias Millerioux, Victor Saunders, Enrico Rosso y Raphael Slawinski, ha comunicado a la organización su decisión sobre las 4 actividades consideradas como las mejores del año en el mundo del alpinismo.
A estas 4 actividades hay que sumar el Piolet d’Or a toda una carrera concedido a la escaladora francesa Catherine Destivelle, por el importante legado que dejó el pasado siglo, y que tanto hizo por el avance de la escalada.
Los ascensos premiados remarcan que 2019 fue un gran año para el alpinismo moderno, especialmente aquel técnico y ligero desarrollado en montañas de 7.000 metros. Los equipos son una mezcla entre alpinistas de la vieja guardia, muy experimentados, y miembros de la nueva y prometedora generación, y en todos los casos, el jurado ha intentado encontrar dignos representantes del moderno estilo alpino.
Los premios se entregarán en el Festival de Ladek, el próximo mes de septiembre.
Las 4 actividades premiadas, por orden aleatorio, son:
Chamlang, 7.321m. Marek Holecek, Zdenek Hák, República checa
Cara noroeste, UFO line, 2.000m, WI5, M6, y travesÃa de la montaña. Del 17 al 23 de mayo

Marek Holecek comenzó a soñar con escalar la gran cara noroeste del Chamlang, en el Mahalangur Himal, Nepal, en 2001. Otras personas han compartido su sueño, y tras mas de media docena de intentos, la pared se habÃa convertido en una de las mas codiciadas del paÃs.
Cuando Holecek y Zdenek llegaron al campo base en la primavera de 2019 se encontraron con que la pared tenÃa muy poca nieve, y mucho hielo duro de fusión. Evitar los peligros objetivos de la primera parte de la pared parecÃa una de las claves. Desde un vivac situado a unos 5.300m en el glaciar bajo la pared, los dos checos enfilaron mas o menos directamente hasta la cumbre. El cuarto dÃa llegaron a la arista superior y vivaquearon 80m bajo cima. El 21 de mayo, tras la cumbre, pasaron el resto del dÃa intentando orientarse por la vÃa japonesa de la arista sur, lo que resultó ser mas difÃcil de lo esperado. Dos vivacs mas, ya sin comida, y un descenso muy complicado con destrepes y rápeles sin apenas visibilidad les depositaron de nuevo en el valle, al pie de la montaña.
La vÃa fue bautizada como UFO en honor a Reinhold Messner y Doug Scott, quienes en 1981, con los alpinistas sherpas Ang Dorje y Pasang, fueron los primeros en escalar la cara norte del macizo del Chamlang, alcanzando una de las cimas intermedias. Una vez allÃ, se quedaron totalmente desconcertados por un objeto en forma de caja que flotaba sobre ellos, brillando magnÃficamente bajo el sol del mediodÃa.
Tengi Ragi Tau, 6.938m. Alan Rousseau, Tino Villanueva. EEUU
Cara oeste, Release the Kraken, 1.600m, AI5, M5+, 13 al 17 de octubre

En 2012, en su primera expedición al Himalaya, Alan Rousseau y Tino Villanueva consiguieron la primera escalada al Langmoche Ri, en la arista norte del Tengi Ragi Tau, en el Rolwaling Himal, Nepal. Al cruzar bajo la cara oeste del Tengi Ragi Tau se quedaron asombrados por sus inmensas dimensiones y por sus canales de hielo que cortan el bello granito.
Volvieron en 2014 a intentar la ruta directa, llegando hasta los 6.500m, antes de que el mal tiempo les hiciera retroceder. Y 5 años mas tarde, la pared habÃa llamado la atención de varias potentes cordadas. Tras cruzar el Tashi Laptsa pass y montar el cmapo base en el Glaciar Drolambo, los dos estadounidenses escalaron los largos iniciales de dry-tooling hasta llegar a la muralla nevada, a través de la cual, con 3 vivacs mediante, alcanzaron la cumbre. Descendieron de forma precaria a través de la lÃnea de ascenso.
Con varios largos clave de hielo en la parte alta, seguidos de canales de nieve imprevisible, esta elegante y técnica lÃnea en una de las paredes mas admiradas del Rolwaling fue la recompensa para dos experimentados guÃas alpinos. Su ascenso fue el segundo a esta montaña, y el primero en estilo alpino.
Link Sar, 7.041m. Mark Richey, Steve Swenson, Chris Wright y Graham Zimmerman, Estados Unidos
Primera ascensión, cara sureste. 2.300m, AI4, M6+, 90º. Del 31 de julio al 8 de agosto

Otro problema muy codiciado, esta vez en el Karakorum, Pakistán. El Link Sar habÃa recibido al menos 8 intentos antes de 2019. Sus dificultades no se limitan a la escalada; el conflicto indo-pakistanà ha vetado el acceso a esta zona durante largas temporadas.
Steve Swenson intentó por primera vez el Link Sar en 2001, con un fuerte equipo estadounidense. En 2017, después de varios permisos denegados, volvió con Chris Wright y Graham Zimmerman. En esta expedición descubrieron una lÃnea factible, asà que, con el refuerzo de Mark Richey, volvieron en 2019.
6 dÃas después de instalar el campo base avanzado, llegaron a cima. En medio, una gran tormenta que duró mas de 36 horas, una caÃda de 35m debida a una avalancha, y un último largo bastante desagradable sobre nieve inestable, vertical y profunda, al estilo Perú.
El descenso les llevó 2 dÃas. Su éxito se debió, principalmente, a la combinación de su persistencia, los 126 años de experiencia acumulada del equipo, y su gran comprensión de lo que el compañerismo significa.
Rakaposhi, 7.788m. Kazuya Hiraide, Kenro Nakajima, Japón
Cara sur y arista sureste, 4.000m desde el campo base, 27 de junio al 3 de julio

La región de Hunza, en el Karakorum de Pakistán, alberga un buen número de impresionantes montañas muy cercanas a la barrera de los 8.000m. Una de las mas sobresalientes es el Rakaposhi.
Fue escalado por primera vez en 1958, a través de la arista suroeste. A pesar de que la cara sur de la montaña habÃa sido reconocida en el pasado, permanecÃa intocada; los alpinistas no habÃan sido capaces de encontrar una ruta factible.
En una ascensión previa exploratoria, Kazuya Hiraide y Kenro Nakajima escalaron la cara sur para ver su parte menos visible, desde los 3.660m hasta los 6.100m. Aclimataron, pero principalmente comprobaron que la lÃnea que habÃan optado continuaba, y podÃa ser factible.
En su segundo intento, 3 extenuantes dÃas de escalada, a través en muchas ocasiones de nieve profunda, consiguieron montar un campo a 6.800m en la arista sureste, en el que se vieron obligados a permanecer dos dÃas en medio del mal tiempo. Después de esto, llegaron a cumbre y descendieron en un solo dÃa, a través de la ruta de ascenso.
A pesar de que la ascensión no muestra las altas dificultades técnicas de las otras 3 actividades premiadas, su enorme longitud, y el estilo y compromiso de Hiraide y Nakajima durante la escalada a una montaña remota e inexplorada, cercana a los ochomil, les han hecho acreedores del Piolet d’Or 2020.