6 amigos tienen un sueño: hacer slackline en el ártico bajo la aurora boreal. En este corto vemos su cumplimiento.
En los últimos tiempos -sinceramente, creemos que para bien-, el cine de montaña, sea en el formato o duración que sea, está tomando un aire mas íntimo y humano, algo alejado del tono épico que lo ha caracterizado durante décadas. Las dudas, miedos, risas, amistad, lágrimas, cachondeo, han pasado a un primer plano, y lo convierten en mucho mas real, porque nos muestra la humanidad de la nueva (y no tan nueva) generación del mundo de la montaña.
Este sutil cambio de orientación viene acompañado por otro cambio, mayor, y que lo abraza, provocado por los avances técnicos: equipos ultraligeros que graban en muy alta calidad, drones, lentes de toda focal que, al ser fotográficas, pueden cargarse encima en la montaña para crear diferentes perspectivas y visiones.
Un buen ejemplo de ambas cosas pueden verse en este cortometraje lleno de pasión y tempo lento de Raised with Wolves Films, dedicado a un grupo de slackliners que, de repente, como aquellos entrañabales y extraños personajes de Julio Verne que se dedicaban a intentar encontrar el rayo verde en las costas de Escocia, tuvieron un sueño: hacer slackline de noche, bajo la aurora boreal. Son Friedi Kühne, Louise Lenoble, Lukas Irmler, Samuel Volery, Sebastian Segraves y Tijmen Vandieren.
Puede no parecer un gran objetivo, pero a esto nos referíamos en el primer párrafo. Y allá que fueron para Noruega, a ver si, con un poco de suerte, se cumplía su sueño.
El resultado son 10 minutos cargados de belleza que os recomendamos ver. Tempestades, fiordos, cantos lapones, mar, montaña, nieve, vértigo y, principalmente, personas.
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