
Durante los dÃas 6 y 7 de agosto de 1980, los polacos Piotr Edelman y Jan Fijalkowski abrieron una vÃa en parte derecha de la cara norte de la Cima Grande di Lavaredo, a la que llamaron La Strada. No constaba ninguna repetición, tanto porque es una zona de la pared que suele retener humedad como por el gran compromiso que exige por el tipo de escalada y la calidad de la roca.
Han tenido que pasar 38 años para ver a unos escaladores surcar la pared. Y como no podÃa ser de otra forma, han sido 3 de los más grandes los que se han atrevido con ella: Thomas Huber, Simon Gietl y Rainer Treppte, quienes entre el final de abril y el principio de mayo consiguieron repetir la ruta.

La idea le surgió a Simon Gietl en 2016 cuando, junto a Vittorio Messini, abrió Das Erbe der Väter, muy cercana a esta vÃa, y con la que al parecer comparte los 3 largos de salida (ya tumbados y más fáciles). El 28 de abril comenzaron la escalada, y descendiendo tras instalar unas cuerdas fijas para su vuelta. Lo intentaron durante algunos dÃas, en los que el mal tiempo apenas les dejó avanzar, hasta que el 1 de mayo completan la escalada y llegaban a cima.
Las dificultades superan el VII+ alpino, y se vieron obligados a escalar algunos tramos en artificial (A2), debido a la humedad y al mal estado de la roca.

El tipo de roca y escalada, de aventura y aire alpino, sin por ello disminuir el grado, está al alcance de pocos. En este video de la 1ª escalada en libre a Das Erbe der Väter en 2016 por Geitl y Andrea Oberacher , cortesÃa de Salewa, podemos hacernos una pequeña idea de lo que significa.