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Kilian Jornet: sobre la seguridad en la montaña y las regulaciones

Kilian Jornet publica un extenso texto en el que explica porqué piensa que la formación y la seguridad son mejores que las regulaciones.

Barrabes
Kilian Jornet, sobre la seguridad en la montaña y las regulaciones. Foto: Barrabes

Tras la publicación el pasado día 17 de este mes del laudo por el que el alcalde de Saint-Gervais indicaba el material mínimo obligatorio para ascender el Mont Blanc, la polémica ha estado servida.

Kilian Jornet recuperó su famosa foto desnudo en 2012 en la cumbre del Mont Blanc, como forma de ironizar sobre el imperativo de material, lo que fue contestado por el alcalde.

Ahora el alpinista catalán publica un extenso y muy interesante texto en el que, no sólo da su opinión sobre la formación y las regulaciones, sino que se constituye en una referencia para todas y todos aquellos que salen a la montaña.

Especialmente para los seguidores de Kilian, algunos de los cuales no provienen del mundo de la montaña, y tienden a imitar de una forma irresponsable para con ellos y los demás sus ascensiones, sin conocer la gran experiencia, humildad, dedicación y entrenamiento que hay detrás de ellas.

Un alegato a favor de la seguridad y la responsabilidad que, viniendo de quien viene, es especialmente valioso:

“Soy feliz de promover el que las personas vayan a la naturaleza, porque pienso que si salen a ella pueden tener un mejor entendimiento del medio ambiente, la salud, y algunos valores que siendo sedentarios y permaneciendo en ambientes artificiales. Pero por supuesto, dependiendo de adonde vamos, especialmente en terreno alpino, siempre hay un riesgo inherente a nuestras actividades. Estamos en un medio arriesgado, y nadie está libre del riesgo, y debemos intentar minimizarlo.

Creo, por experiencia, que las regulaciones y las limitaciones pueden ser una solución a corto plazo, pero nunca buenas a largo plazo. Ésta tiene que venir de la educación (desde jóvenes a adultos) y la formación. Cuando intento algo, un 50 por ciento de las veces me doy la vuelta: no hay buenas condiciones, no tengo la capacidad, no me siento bien ahí...aquí dejo algunos consejos para saber si merece la pena continuar, o es mejor darse la vuelta:

1. COMPRENDER

El alpinismo es una actividad de riesgo. No podemos pensar que estamos seguros ahí afuera.

Tenemos que entender que las montañas y la naturaleza son un medio que no podemos controlar. Anselme Baud decía que cuando era joven tenía miedo de si mismo, por no conocer sus capacidades, pero no del medio, y que al hacerse viejo le ocurría lo contrario. Necesitamos entender que las montañas no son previsibles, y que cosas fuera de lo habitual pueden ocurrir. Las montañas se mueven, las rocas caen, las grietas se abren, las avalanchas caen...y esto es diferente en cada área de montaña, dependiendo de su formación geológica (granito, caliza), los patrones meteorológicos (cerca del mar, en el interior, más al norte o más al sur) los tipos de glaciares, la calidad de la roca.

Así que necesitamos entender los sistemas montañosos en los que nos encontramos para encontrar los posibles riesgos y prevenirlos.

2. APROXIMARSE CON HUMILDAD

Es básico conocer nuestras capacidades, nuestra experiencia y técnica.

Si queremos progresar debemos entrenar nuestras capacidades y técnica en lugares seguros (escalar en paredes con bolts, o en rocódromos, ganar forma física en caminos de riesgo bajo, escalar en hielo en tope rope) y así estar realmente seguros de nuestras capacidades antes de ir a las montañas, donde es importante tener un gran margen hasta nuestros límites. No podemos sobrestimar nuestras capacidades cuando estamos en un lugar con riesgo, porque sólo tenemos una oportunidad y nuestra vida está en riesgo.

Por supuesto cometemos errores por inexperiencia, caemos, podemos tener accidentes, y esto es parte de nuestro proceso de aprendizaje, muchas veces miramos para atrás y decimos: “oh, aquel día fui estúpido, tomé muchos más riesgos de los que debía”. Es un proceso de aprendizaje, pero debemos minimizar esto.

3. APRENDER

Nunca hay que dejar de aprender.

Observar la naturaleza y las montañas en las que nos encontramos, (observar los glaciares en verano para ver cómo se mueven las grietas, mirar las condiciones de la nieve cada día y cómo le afectan los vientos, como las altas temperaturas afectan a la caída de rocas en cada lugar, a qué zonas afecta el sol, para saber en dónde habrá nieve blanda, o nieve dura y hielo).

Más importante es tener mentores. Personas con más conocimientos y experiencia que la compartan con nosotros. O contratar guías. Realizar formaciones...hay muchas en la red. Pero también sobre el terreno. Es importante pasar 1 semana antes de cada invierno practicando búsquedas en avalanchas, rescate en grietas, análisis de capas de nieve, y 1 semana antes de verano practicando maniobras de cuerda y conocimientos de seguridad.

4. PLANIFICAR Y ADAPTARSE

Preparar un plan de la actividad: ruta prevista y rutas alternativas y escapes, previsiones meteorológicas, croquis y descripciones de las rutas, analizar fotografías y mapas.

Ir acompañado, o si vas solo, dejar dicho adonde vas, o dar indicaciones, piensa sobre qué material necesitas para cada actividad y para las condiciones previstas…y lo más importante: adáptate a las condiciones durante la actividad; nunca es un error darse la vuelta.

Si es un verano cálido, puede haber más caída de piedras y grietas abiertas de lo que previsto, si hay nieve fresca, o después de algunos días de lluvia, puede haber zonas que resbalen al escalar, y las grietas pueden estar ocultas por la nieve fresca.

Si no nos sentimos físicamente bien, tardaremos más tiempo, estaremos más cansados, y no seremos capaces de movernos con seguridad. Las montañas no se mueven...vuelve a casa, entrena y prepárate más duro, y vuelve cuando estés bien.

5. ACEPTAR

Con la comprensión de las condiciones de la montaña y nuestras capacidades personales, piensa si se puede asumir el riesgo que se presenta. Esto es algo muy personal y subjetivo. Cada persona necesita tomar su tiempo antes de la actividad para analizarlo. No lo hagas sólo porque otros lo hacen o lo han hecho, las condiciones pueden cambiar en pocas horas, y lo que hace 2 días fue fácil de escalar, puede ser verdaderamente duro hoy. Escalar en solo el Capitan puede ser posible para alguien, pero no para los demás.

Y sí, el alpinismo tiene mucho que ver con la aceptación del riesgo, con ir a lo desconocido, y en algunas escaladas, puede que una o dos veces en la vida de los mejores alpinistas, esto les lleve a tomar la decisión de ir a una ruta que puede ser mortal.

¿Quieres aceptar esto? Sólo trata de imaginarte si estás preparado y aceptas el riesgo de las actividades que realizas:

Mis capacidades/Experiencia + Condiciones de la montaña + Material y técnicas= ¿merece la pena o no?

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