La prueba de bloque se suspende por seguridad, y la de dificultad levanta críticas unánimes por no cumplir el plafón la reglamentación internacional.
Podio masculino de dificultad |
El Campeonato de Europa de Escalada Deportiva de Ekaterinburg ha sido decepcionante desde todos los puntos de vista. La que debía ser la cita más importante del calendario internacional de la escalada de competición de este año se ha visto profundamente afectada por un desastre organizativo sin paliativos en la faceta deportiva. La irregularidad más grave se ha dado en la prueba de bloque, prevista para hoy, que ha tenido que ser suspendida por la falta de garantías en la seguridad de los propios participantes en caídas cerca del top. La razón son las deficientes colchonetas utilizadas por la organización. A pesar de los continuos requerimientos de los responsables de la UIAA Climbing, no ha sido posible encontrar una solución al problema antes del plazo límite para empezar la prueba. Así pues, el organismo internacional y la organización rusa han decidido suspender la prueba. Lluís Giner, director técnico de la FEDME y máximo responsable del equipo español en Ekaterinburg, ha manifestado que “no se podía competir bajo esas condiciones de seguridad y, en caso de que no se hubiera decidido la suspensión, los deportistas de la FEDME no hubieran tomado parte, pues su seguridad es lo más importante”. El UIAA Climbing debe decidir a partir de ahora si traslada el Campeonato de Europa de Bloque a otra sede durante este mismo 2006.
La suspensión de la prueba de bloque ha sido la gota que ha colmado el vaso de una mala organización técnica de todo el campeonato, que empezó con la prueba de dificultad. Allí, el plafón dispuesto por la organización levantó críticas unánimes de las delegaciones de los países participantes debido a una acuciante falta de desplome que, según algunas fuentes, ni siquiera cumplía la reglamentación internacional. Dicha cuestión obligó a los equipadores a crear la dificultad a base de trampas que hicieron de la competición casi una lotería en la que la mayoría de los favoritos no fueron capaces de llegar a la final. Fue el caso de los dos miembros del equipo de la FEDME con mayores posibilidades, el catalán Ramon Julián y el vasco Patxi Usobiaga, quienes cayeron en la ronda clasificatoria. Con ellos, también quedaron fuera de la final el italiano Flavio Crespi, el checo Tomás Mrázek, el francés Alexandre Chabot o el holandés Jorg Verhoeven entre otros.