Apenas sin darse cuenta, Iker y Eneko Pou se plantaron en lo más alto del Totem Pole y completaron la cuarta etapa de su proyecto 7 Paredes 7 Continentes. La escala oceánica quedó atrás en cuatro horas.
Iker Pou, durante una escalada en El Capitán |
En un principio, los hermanos pretendían sólo realizar una salida de reconocimiento, pues se acercaron a la vía con apenas tres horas de sueño desde su llegada al cabo Hauy, en la península de Tasmania. Era el 11 de febrero.
Sin embargo, tras echar un vistazo al Totem Pole, un “pirulo” de 70 metros que surge de las aguas del Mar de Tasmania, los vascos tomaron la decisión de lanzarse a por la escalada sin más dilación. Se pertrecharon con equipo suficiente para poder pasar la noche y a las cinco de la tarde local empezaron a progresar.
“Tras sopesar las condicioes del mar, tomamos la arriesgada decision de iniciar la escalada a horas muy tardías”, explicaron los hermanos. “Al ver que la marea nos permitiría, no sin dificultades, acceder a nuestro monolito. No quisimos perder esta oportunidad e iniciamos la escalada con ropa y material suficiente pasar la noche”.
Tras un rápel de 70 metros por el acantilado y un díficil trasiego entre rocas que les obligó a mojarse, los Pou llegaron a la base del aislado monolito. Dos largos, uno de 30 y otro de 40 metros, los dejaron en la cima del Totem Pole en apenas cuatro horas de escalada. La etapa oceánica es la más sencilla técnicamente de las acometidas hasta ahora por la pareja, si bien aseguraron que la graduación de la vía es quizás un poco ajustada.
El Totem Pole, 70 metros surgidos del mar de Tasmania. |
“Tras unos primeros metros peligrosos de roca mojada la calidad de la escalada va mejorando a medida que vamos subiendo en espiral de izquierda a derecha hasta llegar a la primera reunión. Resulta un largo de dificultad 7b/30m, duro y mantenido, con un aseguramiento peculiar por medio de buriles y chapas recuperables”, explican los escaladores. “El segundo largo discurre por una de las aristas del monolito. Es una tirada dura y técnica de 7b/40m”.
En plena noche, los escaladores españoles realizaron un impresionante paso de tirolina que les llevó a tierra firme para sobrepasar así, antes de los programado, el ecuador de un proyecto que empezó en 2003 con la segunda repetición en libre de “El Niño”, en El Capitán (Estados Unidos).
Pasado y futuro
Más tarde resolvieron el problema europeo con la liberación de “Zumbeltz” (8b+/600m) en el Naranjo de Bulnes (España). El año pasado, tras anular su expedición a Pakistán, viajaron a Africa, a Madagascar, para liberar “Bravo les filles” (8b/600m) en el Tsaranoro.