El cuerpo del alpinista americano fue visto, al parecer, por el esloveno Davo Karnicar mientras este realizaba el primer descenso en esquís desde la cumbre del Everest.
El guia americano Scott Fisher, uno de los alpinistas que murieron en el Everest durante el fatídico Mayo de 1996. |
Mientras el esloveno descendía a gran velocidad por las laderas del Everest (8.848 m), llevando una cámara en el casco que le permitiría emitir su descenso en directo vía Internet, vió un cuerpo semienterrado en la nieve. Empeñado en la conquista de un nuevo récord, no se pudo detener a comprobar la identidad del cadáver. Los que si tuvieron oportunidad de hacerlo fueron los sherpas que, tras hacer cumbre con Davo, seguían la traza dejada por este durante la bajada. Ang Dorjee y Passang Tenzing sostienen que el cadáver pertenece al famoso alpinista, dado por desaparecido, junto a otro guía, Bob Hall y trece personas más en el que se recuerda como el año más fatídico de la historia de las ascensiones al Everest.
El esquiador esloveno Davo Karnikar, durante el descenso ininterrumpido en esquis del Everest |
Fisher viajó al Himalaya como líder de una expedición comercial organizada por la empresa Mountain Madness, de Seattle. El alpinista americano contaba con un currículum alpinístico excepcional: en 1990 se convertiría en el primer americano que pisaba la cumbre del Lhotse, cuarta montaña más alta del mundo. Dos años después conquistaría el K-2 a través de la arista de los Abruzzos. En 1994 lideraría una expedición de limpieza en el Everest, en la que, además de recoger toneladas de basura acumulada en la montaña, alcanzaría la cumbre. Durante la expedición de 1.996 Fisher protagonizaría una de las más trágicas páginas de la historia del himalayismo, cuando él y cinco miembros más de otra expedición comercial morían al ser sorprendidos por una terrible tormenta mientras descendían de la cumbre del Everest.
La historia de las ascensiones al Everest demuestra que, a pesar de ser el que más víctimas alberga en sus faldas, no es el más peligroso. Hasta septiembre del año pasado 875 personas habían alcanzado la cumbre, de las cuales 165 fallecieron durante el descenso.