Según llegan nuevas noticias de Pakistán, se confirma la presencia de nuevas expediciones en cada vez más montañas: las últimas noticias llegan de dos sevillanos y tres vascos, que intentarán el Broad Peak. Mientras, Carlos Soria llega a la base del K2, donde los andaluces han instalado el segundo Campo de Altura, con algún susto que otro, y queda inaugurada la nueva ruta de Simone Moro y Lafaille en el Nanga
Carlos Soria y su equipo llegan al fin al pie del K2 |
Dos sevillanos, Catalina Quesada y Ricardo Guerrero, se encuentran en Pakistán con el firme propósito de convertirse en los primeros andaluces que escalan el Broad Peak; en caso de éxito, Lina sería también la primera sevillana que se hace con la cumbre de un ochomil. En el campo Base de la montaña, por otra parte, se encontrarán con tres alpinistas vascos: Patxi Goñi, Julen Reketa y Alex Txikon –que viajan con Mediak eta Herriak- que asimismo intentarán la ‘normal’ del Broad, la ruta Diemberger.
El Broad Peak es el segundo de los tres ochomiles que se propone enlazar la expedición (o al menos parte de ella) internacional liderada por Simone Moro, y en la que se conjugan los esfuerzos de un equipo Kazajo, y de figuras individuales del alpinismo de la talla de Jean Christophe Lafaille, Ed Viesturs o Iñaki Ochoa. De momento, el grupo se encuentra ‘likidando’ cuentas con el Nanga Parbat. Los kazajos e Iñaki Ochoa consiguieron la cumbre la semana pasada. Ayer, a cierre de esta edición, Jean Cristophe Lafaille y Ed Viesturs se encontraban tratando de avanzar en nieve muy profunda –el tiempo está empeorando y nieva cada día-, pero a sólo 150 metros por debajo de la ansiada cima. Lafaille y Simone Moro han abierto en estilo alpino una nueva vía de 2100 metros y bastante tramo mixto a 65º, que discurre paralela a la Kinshofer, a la cual se une en la cota 7.000. Simone Moro, sin embargo, no acompaño al americano y al francés en el ataque a cumbre, porque consideró que no estaba suficientemente bien aclimatado, y espera realizar un nuevo intento en cuatro o cinco días.
Y del Nanga al K2, donde algunas expediciones vuelven a por la revancha tras no haber podido hacer cumbre el año pasado. No hay noticias de Araceli (previsiblemente en la aproximación al GI), pero sí del grupo de Carlos Soria, que llegó el sábado al Campo Base. Su aparición fue motivo de alegría para el equipo de Andalucía K2, el cual ha conseguido montar al menos una de sus tiendas en el Campo II, aunque ha pagado el adelanto con dos buenos sustos. En dos ocasiones, las cuerdas fijas que utilizaban se han roto, provocando sendas caídas de Fernando y Salazar.
Afortunadamente, las consecuencias no han sido graves, y todo ha acabado con algunos golpes para Fernando (que cayó desde la Chimenea House) y un tobillo dañado en el caso de Salazar. AL parecer, ambos expedicionarios deberán permanecer un par de semanas recuperándose en la base. No se conocen más detalles, aunque una expedición checa que también se encuentra allí ha comentado en sus comunicados a Explorersweb que se trataría de cuerdas viejas, no recién instaladas por los expedicionarios.