La segunda Trobada Hivernal de la Vall de Boí, un encuentro de escaladores en hielo abierto a todos los niveles, se aleja de las grandes figuras y el elitismo a favor de compartir experiencias y buenos ratos; el éxito de la convocatoria es la prueba de que la fórmula funciona.
Rafa Vadillo, uno de los mentores del encuentro |
“Es increíble, fíjate. Esto es lo que siempre hemos visto en las fotografías de las revistas especializadas, lo máximo. Y ahora, yo estoy aquí, soy yo el que va a escalar esa cascada... qué fuerte. Por cierto, coge la cámara y hazme fotos , eh? Que voy allá”.
Uno de los más de cien asistentes a la segunda Trobada Hivernal (Encuentro Invernal) de la Vall de Boí se ajusta las dragoneras y empuña los piolets con una sonrisa en la cara. Aún más sonreirá algo más tarde, cuando se descuelgue de la cortina de hielo que se dispone a escalar. Está encantado; es la primera vez que tiene la oportunidad de experimentar las sensaciones del hielo de fusión en vertical, y en las mejores condiciones. No sólo el día, claro y frío, acompaña. También cuenta con un grupo de expertos que le han asesorado y han montado ‘top ropes’ con reuniones seguras para que los neófitos puedan probar, les han dado consejos, les han asegurado mientras escalan, indicándoles a cada paso cómo moverse, cómo pegar con las herramientas, cómo progresar. También han puesto a disposición de todos los asistentes, sea cual sea su nivel, las últimas novedades de material de varias marcas. La verdad es que, puestos a probar, es un lujo.
Otros de los asistentes no necesitan que les expliquen la técnica; conocen de sobra el valle y aprovechan la ‘movida’ para intercambiar reseñas y recomendaciones de nuevas zonas, a la vez que prueban nuevas vías. El rumos de la semana, por cierto, es que la famosa ‘Mutant’ está este invierno recubierta de hielo y, por tanto, mucho más accesible que cuando fue abierta y luego liberada.Ascendiendo la Columna Dórica (sector Roques Negres) |
Dadas sus características, y la rapidez con que se cubrieron las plazas, se ha tratado de un encuentro compuesto eminentemente por gente de la zona, del ámbito de Cataluya. No obstante, no se trata de una convocatoria con vocación ‘autonómica’. En absoluto. Allí, cualquiera es bienvenido; el problema es que, antes de que puedan anunciarlo fuera de la Comunidad, ya no quedan plazas.
¿Qué tiene este encuentro para que se corra la voz y tanta gente esté pendiente para saltar pidiendo plaza en cuento se convoque? Otros ‘clinics’ y encuentros al uso no tienen tanto éxito. Este encuentro no incluye la presencia de grandes figuras de la escalada en hielo; no hay charlas ni proyecciones; no se imparten seminarios ni se discute en mesas redondas sobre las diferentes modalidades y la situación y futuro del deporte.