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Sostenibilidad en el material de montaña: un reto cercano

Es indudable que el material de montaña sigue evolucionando hacia criterios más técnicos y materiales más sostenibles. El montañismo del siglo XXI reclama cada vez más una equipación que le permita realizar retos más difíciles pero es exigente con el medio ambiente y el trato ético a los animales. Traemos aquí un artículo explicando los principales estándares de sostenibilidad tanto en la obtención de las materias primas, como en el uso de los recursos y la gestión de la contaminación, como en el trato a los trabajadores que las producen. RDS, Bluesign, Fair Trade... Te explicamos aquí algunas de las certificaciones independientes más frecuentes sobre sostenibilidad.

Devold

Las materias primas y la necesidad de que sean éticamente obtenidas. Foto: Devold

Afrontamos el primero de una serie de artículos en el que trataremos de explicar cómo los fabricantes de material para la montaña se comprometen con la conservación del medio ambiente y las condiciones dignas de los trabajadores que realizan nuestro material.

Para ello, este primer artículo va a explicar cuáles son algunas de las normas internacionales más importantes que regulan estos aspectos, nombrando solo aquellas que son verificables e independientes, es decir, excluyendo las que realizan las propias marcas por considerar esa acción, aunque siendo indudablemente una loable buena práctica, no totalmente objetiva. Entre las existentes, siendo conscientes de que dejamos algunas en el tintero, haremos repaso de las siguientes normas y certificaciones:

  • Normas ISO.
  • Certificaciones sobre materias primas de origen animal (pluma, lana, cuero).
  • Certificaciones sobre producción y materiales.
  • Certificaciones sobre condiciones de trabajo.

La importancia de la normativa medioambiental y socialmente responsable

Tal vez alguna vez te has preguntado por qué el material que encontramos en tiendas de moda o grandes superficies tiene un precio significativamente inferior a materiales equivalentes de montaña, no solo cuando valoramos la compra del más técnico y difícil de fabricar sino muchas veces incluso en sencillas camisetas de algodón, por poner el ejemplo más extremo.

Dejando de lado la obvia rebaja en el margen de beneficios cuando se fabrica a gran escala, muchas veces detrás de la fabricación de cantidades ingentes de producto hay recortes en calidad, en materiales, en tecnología y también en las condiciones laborales, de fabricación y materia prima. ¿Está justificada la diferencia de precio entre un abrigo de plumas de un comercio prêt-à-porter y un producto comparable de una tienda técnica? La respuesta es que sí y se basa en la lógica calidad del producto, pero también en las exigencias impuestas en su fabricación.

Barrabes

Fabricantes y puntos de venta cada vez más concienciados con la sostenibilidad.

Las personas que practicamos actividades en la montaña sabemos bien de la importancia de las normativas de los productos que forman parte de nuestro equipamiento. La seguridad en cada salida que realicemos en escalada, esquí, barranquismo, espeleología o cualquier actividad en la que llevemos a nuestro material al límite está garantizada gracias a los controles exhaustivos de resistencia y calidad. Estos mínimos de seguridad exigibles a nuestro material se certifican por empresas independientes que otorgan o no los sellos de aprobación para la comercialización del producto.

Sin embargo, esa exigencia al material no solo es reclamada en criterios de seguridad. La sensibilidad hacia el entorno natural provoca que, desde siempre, pero sobre todo en los últimos años, las personas que se equipan para realizar su actividad en la montaña se pregunten cada vez más de dónde proviene y en qué condiciones se ha fabricado todo el equipamiento que usan para poder salir al monte. Afortunadamente, no solo la clientela sino también las marcas técnicas y los puntos de venta como Barrabes comparten esa sensibilidad y cada vez más la sostenibilidad social y ambiental es un criterio de elección de nuestro material. Que existan organizaciones que certifican de un modo independiente el origen ético de nuestro material es condición sine qua non para elegir una marca que acompañe nuestros criterios éticos.

Normas ISO

Las normas ISO (International Organization for Standardization, Organización Internacional de Estandarización) son un conjunto de normas de carácter voluntario para las empresas, orientadas a ordenar la gestión de una empresa en sus distintos ámbitos. Garantizan al consumidor un producto realizado bajo unos parámetros habitualmente más estrictos en cada ámbito que la legislación propia de cada país. Estos dos aspectos son importantes: por un lado, son normas de aceptación voluntaria y por otro son bastante estrictas. Esto quiere decir que las empresas que logran certificación ISO en cada ámbito han superado pruebas de un nivel muy exigente y que nos garantizan estar muy cercanas a la excelencia.

Puede pasar que ciertas empresas, para no tener que cumplir con las medidas medioambientales de sus países de origen, opten por deslocalizar las fábricas hacia países en desarrollo con legislaciones más laxas en la protección de la naturaleza. Elegir un fabricante con normas ISO aprobadas garantizan que sus niveles de exigencia son superiores a las legislaciones de cada país.

En el sector del material de montaña y relacionado con el tema que estamos tratando es la ISO 14001 (Sistemas de gestión ambiental) la que más nos interesa. En esa norma, se marcan las exigencias de responsabilidad ambiental como emisiones, contaminación, elementos contra el cambio climático... además de etiquetado y cadenas de suministros sostenibles. En resumen, la norma establece qué parametros deben cumplir las empresas para una gestión ambiental respetuosa y eficaz.

ISO

Norma ISO 14001 que garantiza buena gestión ambiental. Imagen ISO.

Plumas, cuero, lana…la problemática de los materiales de procedencia animal

Plumas, cuero, lana… hay una serie de materiales naturales utilizados en el equipamiento de montaña que en la actualidad siguen sin encontrar un sustituto sintético que iguale sus características. Las pieles de foca ya no se hacen con piel de foca y la grasa de caballo hace años que no se aplica en las botas. Poco a poco, los avances tecnológicos permiten encontrar sustitutos sintéticos a los productos que provienen de animales. El origen animal de estos materiales hace que nos preguntemos de dónde se ha sacado y en qué condiciones vivían los patos, gansos, vacas y ovejas de los que provienen.

Rab

La práctica totalidad de las marcas de montaña utilizan pluma sostenible. Foto Rab.

Existen bastantes certificados generales sobre el textil procedente de animales, desde el cuero, la lana y la pluma, ampliamente extendidos en el mundo montañero, hasta otros que se utilizan menos como la seda. Como características en común de todos ellos, podríamos resumir el bienestar animal y las condiciones ecológicas de los procesos asociados como curtido o tintado. Aunque podemos encontrar protocolos que afectan al textil de un modo general, como GOTS (Global Organic Textil Standard) en el que se certifica el origen orgánico, sin contaminantes ni tóxicos y con trabajo digno para los productores, lo habitual es que cada producto natural tenga sus procesos particulares. Aquí hay algunos de los principales en marcas de montaña:

Pluma: RDS (Responsible Down Standard) y Advanced Global Traceable Down Standard

Ya hemos hablado de las características de las prendas de pluma y por qué estas, a día de hoy, siguen teniendo unas condiciones de aislamiento y ligereza que no han logrado ser superadas por ninguna fibra sintética.

Barrabes

El material de montaña todavía depende de las fibras animales. Mejor si provienen de pequeños productores

Sin poner en duda las cualidades de las fibras naturales, existe un debate ético sobre el origen del plumón y las condiciones de vida de las aves, algunas veces patos, pero sobre todo gansos. La Unión Europea prohibe las prácticas de desplume en vida con la excepción de los periodos de desplume natural de las aves, sin embargo en otros países, China mayoritariamente, un ganso puede ser desplumado cada 6 semanas durante toda su vida, según denuncian las organizaciones ecologistas.

Las marcas de montaña, claramente concienciadas con el medio ambiente o, por qué no decirlo, temerosas de que la conciencia del cliente repercuta en las ventas, desde hace años especifican claramente que sus rellenos de plumón provienen de aves europeas, con lo que nos garantizan que el desplume, en el peor de los casos se ha producido solo en los ciclos naturales del ave. Sin embargo, encontramos certificados que nos permiten saber que las condiciones de vida de ocas y patos en las granjas han sido las adecuadas, no unicamente respecto a la manera de la que se ha obtenido la pluma.

El RDS (Responsible Down Standard, estándar responsable del plumón) y el Advanced Global Traceable Down Standard son dos parámetros exigentes de obtención de la pluma de una forma sostenible. Fue Patagonia en 2013 quien anunció que ese año (y desde entonces para siempre) en sus prendas el 100% del plumón había sido obtenido de un modo sostenible, sin infligir daño innecesario a los animales y para certificarlo se sometía a la auditoría permanente de la empresa independiente NSF International. The North Face en 2014 realizó el mismo anuncio aunque su estándar no fue tan exigente hasta unos años después con la aparición del RDS 3.0 que igualaba prácticamente los criterios de Patagonia, cediendo igualmente la auditoría a la empresa Textile Exchange. Poco a poco, casi todas las marcas se han ido sumando a estas prácticas.

Control Union

Logo RDS. Imagen Control Union

Al hablar de la prohibición de desplume en vida de la Unión Europea hemos citado la única excepción en la que se permite: los periodos de muda de las aves. Esto, según los grupos proteccionistas, es una puerta abierta a las prácticas contrarias al bienestar animal ya que sigue estresando y dañando igualmente a las aves, además de ser complicado de demostrar si el plumón ha caído por muda o ha sido arrancado. Del mismo modo, podrían utilizarse plumas de animales ya sacrificados pero que hayan pasado una vida en condiciones muy malas, por lo que el bienestar animal quedaría de nuevo excluido.

Lo hemos mencionado un poco antes: Para evitar esos maltratos a las aves en la recolección del plumón, se creó el certificado RDS (Responsible Down Standard) que establece una serie de normas sobre la crianza de patos y gansos que se deben cumplir para conseguir la homologación. De entre todos ellos, los dos más importantes son los siguientes:

  • Las aves no han sido sometidas a alimentación ni hidratación forzada.
  • La obtención de la pluma no se ha realizado en vida, ni siquiera durante los periodos de muda.
  • El 100% de la pluma utilizada tiene que cumplir esas premisas para ser etiquetadas como RDS.
  • Buenas condiciones de las aves en todas las etapas de su vida.

Para saber más sobre los criterios de Responsable Down Standard te invitamos a echar un vistazo a este enlace sobre el RDS

Lana: RWS (Responsible Wool Standard)

Sobre las bondades de la lana como aislante térmico ya hablamos en el artículo sobre lana merina que te invitamos a releer. La recolección de la lana se tiene por un proceso en el que no debería de existir sufrimiento animal al mantenerse la oveja con vida y suponer una acción sin dolor. Sin embargo, como en cada fibra natural, puede surgir la duda en el consumidor sobre el procedimiento de esquilado de las ovejas, así como las condiciones de vida de los animales.

Devold

Lana obtenida sin maltrato animal y en pequeñas granjas. Foto Devold.

En el protocolo RWS (Responsible Wool Standard, Estándar responsable de lana) se certifica que las ovejas vivan en condiciones dignas y que en la secuencia de esquilado, cardado, hilado... los procesos sean respetuosos con el animal y con el medio ambiente. Igualmente que en el resto de materias primas animales, deben ser empresas terceras las que auditen y certifiquen de manera independiente que el tratamiento de la lana se realiza acorde a las exigencias establecidas.

Cuero

Las amplias denominaciones a la piel del ganado vacuno, sea ante, serraje, nobuk, piel flor... dan una idea de lo extendido y especializado que está este material natural en la industria textil. En el mundo del material de montaña, su utilización ha quedado prácticamente relegado al calzado, donde por sus características de resistencia, impermeabilidad y longevidad es muy apreciado sobre todo en las botas de alta montaña.

La muerte del animal crea un rechazo ético cada vez mayor y el tratamiento posterior de la piel (curtido, teñido...) muchas veces se lleva a cabo con procedimientos no sostenibles medioambientalmente en marcas no concienciadas.

Aunque los principales fabricantes ya trabajan con materias primas certificadas, todavía se encuentran en el mercado marcas que, por el abaratamiento en los costes, se hacen con cueros en los que es imposible encontrar una trazabilidad que asegure que no han contribuido a la contaminación.

Barrabes

La trazabilidad del cuero en las marcas de montaña garantizan el bienestar animal.

El índice Higg o los estándares del Working Leather Group son algunos de los procesos de verificación en los que se tienen en cuenta la contaminación, los productos tóxicos y las condiciones de trabajo de la curtiduría para garantizar al consumidor un producto de calidad, sin consecuencias para su salud y con la mínima huella posible en el medio ambiente.

Contaminación en fabricación, seguridad e impacto ambiental

Relacionado con el medio ambiente, pero no exclusivamente, encontramos otro tipo de parámetros que ciertas marcas se prestan voluntarias a cumplir. Se trata de exigencias relacionadas con la contaminación que implican los procesos de fabricación sobre todo en lo referente a tintado de las prendas y de los productos químicos empleados en su fabricación; la gestión de los residuos, la contaminación que implica confeccionar una prenda y las implicaciones que los materiales utilizados puedan tener en nuestro cuerpo y en los organismos de los seres vivos, son aspectos que cada vez más marcas, tiendas y deportistas tendemos a valorar.

Bluesign®

Bluesign® es una empresa independiente que surgió en el año 2000 con el objetivo fundamental de motivar a los proveedores, fabricantes y marcas líderes a reducir la huella contaminante de los textiles, poniendo el foco particularmente en los productos químicos utilizados. Conseguir una producción textil sostenible en la segunda industria más contaminante del mundo después de la petrolera, con un 20% de las aguas residuales y un 10% de todas las emisiones de carbono que se producen en un año en el planeta, fue el objetivo de Bluesign desde sus inicios.

De este modo, Bluesign® se fija tres objetivos para otorgar su sello de conformidad:

  • Seguridad para el consumidor.
  • Fabricación con el menor impacto posible en las personas y el medio ambiente.
  • Uso responsable de recursos.

Cuando encontramos una prenda con el sello Bluesign® podemos estar seguros de que los elementos que la forman, desde el tejido hasta los tratamientos y los tintes, no son peligrosos para la salud y además han sido elaborados con un trato correcto al medio ambiente y a la gestión de los residuos.

Bluesign

Sello Bluesign. Imagen Bluesign.

En la actualidad, unas 1000 marcas, fabricantes y proveedores de material químico en todo el mundo se acogen a las exigencias de Bluesign® para certificar la seguridad ambiental, de fabricación y de uso de sus productos.

Si quieres más información, en este enlace a los criteria Bluesign puedes ver qué es todo lo que se exige a las marcas para lograr el sello Bluesign.

Condiciones laborales

La concienciación sobre los procesos de aquello que necesitamos para poder desarrollar nuestra pasión por la montaña incluye también en qué condiciones trabajan las personas que los fabrican; condiciones laborales aceptables, sueldos dignos y ausencia de cualquier tipo de explotación son básicos a los que muchas veces no atendemos pero que día a día suponen una exigencia para gente implicada en este sentido.

Fair Trade (Comercio Justo) y Fair Wear Foundation

La estrategia de las empresas para reducir gastos y ofrecer un producto competitivo pasa por llevar los procesos de fabricación a lugares donde los salarios y los costes de producción sean más bajos. Esta manera de trabajar no es nueva y está ampliamente extendida en el sector textil pero muchas veces esconde condiciones para los trabajadores que las producen que no son éticas. Muchos de los productos que encontramos en grandes superficies nos siguen sorprendiendo por su bajo precio que no es más que el reflejo de unas condiciones de trabajo deplorables en el proceso de fabricación, con salarios ridículos, instalaciones precarias y explotación laboral.

Fundada en 1997, Fair Trade™ es una asociación que otorga la certificación que pretende ser una herramienta eficaz contra la pobreza y en favor de los derechos humanos. Las empresas que quieren conseguir la certificación Fairtrade™ tienen que pasar una auditoría en toda la cadena de producción en la que se examina que se cumplan con requerimientos contra el trabajo infantil, a favor de la igualdad de género, la justicia salarial… y otras exigencias más obvias aún, como prohibir los trabajos forzados o respetar los derechos humanos de los trabajadores. Actualmente, unos 66000 trabajadores de ambos sexos en 10 países están protegidos por el sello Fair Trade™.

Fair Trade

Sello Fairtrade. Imagen Fairtrade

Algunos de los criterios para que un producto pueda recibir la certificación de comercio justo son los siguientes:

  • Salarios y condiciones dignas para los trabajadores.
  • No existe trabajo infantil y no hay discriminación salarial de género.
  • Se permiten la organización sindical y las asociaciones participativas y democráticas.
  • Parte del beneficio empresarial se dedica a partidas de educación y sanidad para toda la comunidad.
  • Respeto por el medio ambiente en todos los procesos de producción.

Para certificar que se cumplen estas condiciones, existen unos estrictos criterios de imparcialidad de Fair Trade:

  • Los auditores son totalmente imparciales y son sustituidos con una rotación regular.
  • Únicamente el certificado paga los honorarios del auditor.
  • La auditoría presenta el informe completamente documentado para la transparencia.

Así mismo, desde 1999 Fair Wear Foundation trabaja para conseguir algo tan básico como mostrar que se puede fabricar de un modo ético. Tratan de que en el mundo textil se implante la Fair fashion, la moda justa, que tiene que ver con derechos fundamentales y que estos sean habituales y no una excepción dentro del sector. Las marcas que lo solicitan deben ir mejorando paso a paso para llegar a unas condiciones correctas en tres niveles que le otorguen la acreditación como empresa de fabricación ética: condiciones éticas de trabajo de las fábricas que dichas marcas tienen por el mundo; inspecciones a las que se van a someter y escuchando en persona a los trabajadores de esas factorías.

Algo más de 140 marcas llevan el sello Fair Wear Foundation, lo que certifica que se someten a las auditorías para comprobar que se está fabricando siguiendo las exigencias de la fundación. Entre todas ellas, algunas exclusivamente de montaña como Deuter, Dynafit, Mountain Equipment, Odlo, Ortovox, Salewa, Vaude o Wild Country.

Conclusiones

La mayoría de las marcas de montaña, al igual que las tiendas que distribuímos sus productos y los practicantes que utilizamos sus productos, cada día somos más conscientes de la importancia que tiene la responsabilidad medioambiental. La fragilidad del medio en el que nos movemos y que observamos cada día con la desaparición de los glaciares, la contaminación de las aguas, la muerte de especies muy sensibles o el impacto negativo de basuras o infraestructuras, nos hace ser cada vez más conscientes de la necesidad de cuidar el planeta en todos los eslabones de la cadena y por eso nos volvemos mucho más exigentes.

La selección de sus compras por parte del cliente, la elección de las gamas por parte de los puntos de venta y la fabricación ética de material son pequeños pasos que avanzan hacia un planeta más cuidado y solidario. Esperamos que este artículo, el primero de una serie sobre sostenibilidad, te haya servido para conocer o ser consciente de lo que entre todos podemos hacer para conservar durante mucho tiempo nuestro hogar llamado Tierra.

 

Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.

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