Del running a las carreras por montaña. Diferencias y 15 consejos fundamentales para dar el paso
¿Eres corredor de asfalto?¿Has soñado con dar el salto a las carreras por montaña? Aquí te explicamos a qué te enfrentas y cómo hacerlo.
Básicos para el alpinismo invernal.
La nieve y el hielo, en muchas ocasiones, carecen de la consistencia de la roca, y es cierto que los anclajes en tan cambiante medio son muy dependientes de las condiciones pero, con el material y los conocimientos adecuados, en la mayoría de las ocasiones los anclajes de nieve y hielo nos permitirán asegurarnos y realizar las maniobras adecuadas de alpinismo con eficacia.
Hay algunas características comunes a todos ellos:
Están disponibles en varios tamaños, y disponen de un cable largo que nos servirá de anclaje. El ancla se introduce a aproximadamente 40º de inclinación de la superficie de la nieve, compactaremos la nieve, y de esa manera, cuanto más tiremos del cable hacia abajo en la pendiente, más se clavará y más segura será.
Como hemos indicado al comienzo, es fundamental la tracción correcta; en el caso de las anclas, básicamente hay que tener cuidado en que el cable nunca tire hacia arriba; si hemos colocado bien el ancla, y la dirección de tiro del cable es hacia abajo, pegado a la ladera (para ello haremos un surco en la nieve para introducir el cable y permitir el ángulo correcto de tracción), es un elemento bastante seguro incluso en nieves malas, pero en el momento en que el cable tire hacia arriba, aunque sea ligeramente, tiene bastantes posibilidades de salirse.
Introducimos la estaca verticalmente en la nieve, un tanto perpendicular a su superficie, y empleamos alguno de sus orificios (el más cercano a la nieve una vez colocada) para atar un cordino o un mosquetón. La mejor forma de transportarlas es en el lateral de la mochila, con el pico hacia arriba, y atadas con un mosquetón.
En caso de nieve poco profunda, podremos usar la estaca horizontalmente, a la manera de un ancla, con un cordino en el agujero central de la misma que sustituya al cable integrado, cavando un surco para su salida en ángulo correcto. Para saber cual es el agujero central suele estar marcado.
Si están bien colocadas, y la tracción de fuerza trabaja adecuadamente sobre ellas, tanto las anclas como especialmente las estacas, son más seguras cuando reciben carga. No solo por una cuestión de vectores de fuerzas: los agujeros que ambas llevan para aligerarlas permiten, sobre todo en nieve más dura, que al compactar la nieve de ambos lados del agujero se fusione, soldando la estaca.
También disponibles en varios tamaños, reiteramos que, en caso de no penetrar en su totalidad la estaca, hay que anclar del agujero más próximo a la nieve, para evitar hacer palanca, y como en las anclas, estar seguros de que la tracción se realiza en la dirección adecuada, para evitar extraer la estaca.
Antiguamente, antes de su generalización, se empleaban pitones de hielo que se introducían por presión (a martillazos, vaya), y que además no estaban homologados para caídas, pero en estos momentos su uso es ya casi inexistente. E incluso antes de los pitones podía verse en las montañas algo parecido a unos sacacorchos o berbiquís, ancestros de los actuales tornillos.
El mayor avance de estas herramientas fue la incorporación de la manivela para su introducción y extracción. Hasta ese momento había que realizar la maniobra sin palanca, bien con la mano, bien con el piolet enganchado en el ojal, y era mucho más lenta, lo que se traducía en que, en ocasiones, se intentaba minimizar el uso cuando más falta hacía, es decir, cuando íbamos apurados, porque no se estaba en condiciones de realizar la introducción.
En la actualidad, gracias al diseño de las puntas y su capacidad de afilado, que literalmente muerde el hielo, y a la manivela, se consigue una introducción bastante sencilla. Por eso, es muy importante elegir siempre tornillos de alta calidad y de marcas muy contrastadas, porque un tornillo de peor calidad añadirá mucho trabajo y esfuerzo a la escalada, poniéndonos en peligro si tenemos que colocarlos rápidamente en situaciones delicadas.
Y más ventajas: la investigación en aleaciones ha permitido rebajar mucho el peso. Algunos, ultraligeros, pesan apenas 100 gramos. Este tipo de tornillos ultraligeros suelen estar construidos en aluminio anodizado, pero los dientes de la punta, que son los que verdaderamente trabajan, se fabrican en acero de alta resistencia.
Sobre su seguridad y resistencia, es muy alta si están bien colocados y el hielo es bueno. En ocasiones casi como un buen anclaje de roca. Evidentemente, en hielo podrido o roto esta resistencia disminuye. En el caso de hielo malo, emplearemos tornillos de mayor longitud; en hielo bueno nos pueden servir los más cortos. La medida estándar está entre 16-22 centímetros. Puede ser bueno llevar alguno más corto para hielo fino, y uno más largo para realizar abalakovs (puentes de hielo). Normalmente llevan codificación de tamaño por colores.
Reiteramos la importancia de la tracción correcta: en el caso de no poder introducir el tornillo en toda su longitud, para evitar hacer palanca es conveniente estrangular con una cinta el mismo en el punto en el que toca el hielo, y emplear esta cinta para el anclaje.
Si bien puede parecer que los avances en tornillos tienen que venir de la investigación en materiales, y que en cuanto a diseño está todo inventado, a veces los fabricantes nos sorprenden, como es el caso del Salewa Quick Screw.
Este sistema lleva la cinta exprés integrada, sujeta en un anillo independiente de la cabeza, que además gira libremente alrededor del tornillo. Primera gran ventaja: como la anilla de enganche de la cinta no gira con el tornillo, podemos pasar la cuerda desde el momento en el que introducimos el tornillo un par de vueltas, y estaremos asegurados mientras continuamos con la colocación. Algo muy útil en situaciones de apuro.
También se evita que, al extraerlo, pueda caerse, e incluso permite que el segundo lo deje enganchado en la cuerda hasta la reunión.
Como además, como decimos, la arandela de enganche de la cinta no gira con el tornillo, nos puede servir para realizar la maniobra de extracción a distancia con un cordino enrollado.
Un último detalle sobre este modelo: al llevar la cinta integrada, podemos prescindir del portatornillos en el arnés.
Básicamente, se despliega totalmente y queda como una regleta con dos agujeros, uno a cada lado, cada uno de ellos con un ángulo opuesto al otro. Por uno de los agujeros introducimos un tornillo de hielo, y su ángulo nos obliga a colocarlo con el ángulo perfecto para un abalakov.
Pero ahora viene lo bueno: una vez sacado el tornillo del primer agujero, lo volvemos a introducir por el opuesto, y su ángulo hará que se encuentre con el agujero realizado por el tornillo anteriormente, quedando perfecto el abalakov.
Nunca más tendremos que repetir agujeros por no haber atinado a cruzarlos.
Además, incorpora un gancho para colocar el cordino posteriormente, y una cuchilla para trabajos de corte de cordino.
Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.Zar
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